Capítulo 7

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[ ROBA LIBROS ]

Estamos en el patio trasero, Rod hizo un mini campo de batalla para ayudarme a pasar el examen de la academia. Lo que sea de cada quien, el policía que tengo frente a mí es el mejor. Me pone situaciones reales y me exige el doble de esfuerzo porque sabe que puedo.

—Concentra la mirada en tu objetivo —el señor Carter acomoda el arma en mis manos —. Recto y suelta el gatillo.

Disparo balas de goma que tienen un núcleo de metalen, a la cabeza del muñeco.

—Esa es mi hija —el momento se pone serio por lo que dijo y carraspea nervioso —. Lo hiciste bien, Valery, sigue así y serás mejor que yo.

—Gracias, señor Rod.

—¡Papá! ¡Me lleva Coco! —el perro corre como loco y Jaiden esta atorado de la correa. Solo a él se le ocurre pasear a un perro del doble de su tamaño.

El señor Rod se toma con calma la situación y respira.

—Valery, usa la escoba para espantar a Coco y lo acorralamos en una esquina.

Fue risa total. No tuvimos que usar la escoba porque se atoraron en un poste de la cuadra, Jaiden se llevó unos buenos raspones que a pesar de estar en cama y que el perro lo arrastró por todo el vecindario; seguía estando feliz y contando su accidente como la mejor aventura que le ha pasado. Quisiera tener su alegría ante los malos momentos.

Paso una hora y Rod recibió una llamada de su trabajo, lo ocupan en un caso de emergencia, se despidió de nosotras prometiendo que regresaría a la cena y Bianca lo besa; hay angustia en su rostro, pero también confianza en su esposo. Estoy ayudándole a Bianca a cocinar, es divertido estar con ella mientras hablamos de sus tiempos en la universidad de arte.

—Me di cuenta que tienes pesadillas que no te dejan dormir —se adonde quiere llegar, sin embargo, no la interrumpo —. Mi amiga Selene es psicóloga y pensé que podrías ir con ella.

Frunzo el ceño irritada. Mis pesadillas despiertan a todos y a pesar de que Bianca no me presiona para que las cuente, le preocupa mi situación.

—Si te cuesta abrirte con nosotros, puede que con ella te sea fácil, ya que es una completa desconocida para ti —la miro. Siempre trata de acercarse a mí, nunca se rinde a pesar de mi indiferencia. Bianca me hace difícil la tarea de no encariñarme.

—Está bien, lo intentaré —en el fondo quiero que estas pesadillas desaparezcan.

—Como te amo, pequeña —me abraza y me quedo tiesa. El contacto físico se me hizo difícil desde que Guido me toco. Bianca nota mi incomodidad y me suelta —. Disculpa, olvidé que no te gusta el contacto físico.

Sus asquerosas manos aún las siento en mi cuerpo. No importa cuántas veces me bañe, no serán suficientes para lavar la suciedad que siento por dentro.

—No te preocupes, es solo que, el contacto físico me cuesta.

—¿Algún día estarás lista para contarme lo que te sucedió? —acaricia mi mejilla.

—Algún día.

Besa mi frente y dice:

—Eres más fuerte que las sombras de tu pasado, y sé que cuando te levantes de las ruinas, serás imparable.

Debatí una larga semana entre ir o no al psicólogo, ya que para mi, hablar de mi familia era volver a la tortura, un tema que prefería enterrar; aunque era imposible de lograr. Selene resulto ser una excelente profesional, me sentí cómoda contándole mis cosas el primer día y me ha estado ayudando mucho. El contacto físico ya lo empiezo a tolerar y aceptar que fui violada me ha costado bastante, a pesar de que ya digo la palabra violación, en mi boca se desprende un asco lleno de odio, no tanto hacia mí, sino a mi violador. Los años pasaron y ser la hija adoptada del capitán del departamento de policía y uno de los mejores profesores de la academia, era un problema para algunos compañeros, pensaban que tenía privilegios y que por eso me voy a graduar. La mayoría solo eran resentidos, porque he demostrado lo contrario.

Oscuro Anhelo Where stories live. Discover now