Capítulo 10

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[ LAS SOMBRAS DEL PASADO ]

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[ LAS SOMBRAS DEL PASADO ]

"Unos lloran con lágrimas, mientras que otros lloran con pensamientos."

—Octavio Paz.


Ethan Murphy James.

La razón por la cual escapo diligente del pasado, es por miedo. No lo voy a negar, me aterra volver a sufrir y suprimo el sentimiento esperando a que funcione; cabe a todos mis intentos de olvidar, vuelvo al principio. No suelto el pasado, y no me soltara hasta que lo enfrente.

Conduzco en la carretera oscura, directo a casa.

Recibo una llamada de mi hermana menor y deslizo el botón del celular.

—Hola pequeñita, estaba seguro que la curiosidad por tu sorpresa te haría llamarme.

En lugar de escuchar su voz dulce, escucho quejidos de dolor, acompañados de una respiración agitada.

—¿Qué pasa? ¿Te encuentras bien? —no responde y sigo insistiendo—. ¿Lizzy? ¿Lizzy, responde? 

La voz de Allison me trae al presente.

—Gira a la derecha.

Siento la vibración del volante en mis manos mientras giro noventa grados. El Lamborghini rojo se adhiere al asfalto, y la adrenalina fluye a través de mis venas. Dejo atrás a dos conductores, viendo sus rostros sorprendidos en el espejo retrovisor. No puedo permitir que ese imbécil escape. Tomo un atajo, reduciendo la velocidad al bajar una marcha. El asesino está justo frente a mí. Sin pensarlo, piso el freno y el capó del auto choca contra su cuerpo. La determinación me hace salir victorioso del Lamborghini.

—Eres un demente, lo mataste —mi compañera se encuentra furiosa.

—Tranquiliza tus nervios, no lo golpeé tan fuerte para matarlo —esa rubia no sabe cómo divertirse.

Me acerco al hombre que calló hasta la acera. Y eso que no aceleré como debe de ser.

—Tiene derecho a guardar silencio, todo lo que diga será usado en su contra —levanto al asesino por la camisa después de mi magnífico monólogo.

—Está inconsciente, no te escucha —debe tomar clases de meditación, no se relaja ni un segundo.

—¿Qué tiene de malo? Ya le leí sus derechos —sonrío y suelto al asesino con indiferencia.

—Así no, idiota, se delicado, estás maltratando el material.

—Pero sigue con vida, por ahora —le guiño el ojo divertido.

A los asesinos de niñas les espera un infierno en prisión.

El sonido que produce la ambulancia junto con la patrulla y sus luces me abruman. La gente intenta averiguar que paso y eso no ayuda mucho a mi malestar, causando que me tambalee, recuperando torpemente el equilibro. El hombre pasa esposado al lado, atrapo su mirada frustrada, llena de miedo por lo que le espera a continuación. Desvió la mirada, toco mi cabeza, ya no quiero seguir recordando esa noche.

Oscuro Anhelo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora