Capítulo X

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A pesar de que Frank y Lexi le preguntaron dónde se había metido, Ben se hizo el desentendido y evitó hablarles acerca de su pequeña reunión con Jacob.

Ambos le agradaban y estaba agradecido con ellos por haberlo ayudado el primer día de clases, no obstante, creía que lo ocurrido con Jacob en los últimos días no era relevante para nadie más. Y aun si la advertencia de ambos acerca de Jacob resonaba en su mente igual que un eco, se negaba a dejar que eso influyera en sus decisiones.

Además, estaba seguro de que su extraña relación con Jacob eventualmente se resolvería por sí sola, sin necesidad de que nadie más interviniera.

Y tal hipótesis cobró fuerza porque, durante la clase de francés, Ben notó que Jacob se mostró más dispuesto a colaborar en el proyecto pendiente, lo que facilitó el trabajo en equipo y creó un ambiente más positivo. Inclusive Ben se encontró sonriendo de vez en cuando, sorprendido de lo mucho que un pequeño cambio en el comportamiento de Jacob afectó su estado de ánimo.

Y se tomó un momento para reflexionar sobre la situación. Se dio cuenta de que, aun con todas sus diferencias, sí era posible encontrar formas de llevarse bien y trabajar con Jacob de manera constructiva. Esto le dio esperanzas de que, tal vez, con el tiempo serían capaces de superar sus desacuerdos y establecer una dinámica más amigable.

Sin embargo, Ben también era consciente de que las cosas podrían cambiar en algún momento. Jacob aún era impredecible, y nunca sabría cuándo volvería a su estado conflictivo. Aun si la calma que reinó en francés fue bienvenida, sabía que no podía bajar la guardia.

Con estos pensamientos en mente, Ben se dirigió a su siguiente clase con una sensación de optimismo moderado. Estaba contento de que las cosas hubiesen mejorado, pero también sabía que aún quedaba mucho trabajo por hacer. Ciertamente no podía predecir cómo se desarrolla rían las cosas entre ellos en el futuro, pese a ello, decidió seguir adelante con una la abierta y el corazón dispuesto a intentarlo.

Así pues, casi al final de la jornada escolar, la lluvia finalmente azotó Santa Rosa. En ese momento se encontraba en cálculo diferencial, por lo que observó a través de la ventana que las gotas de lluvia golpeaban el cristal con fuerza, distorsionando la vista del patio de la escuela.

El sonido de un trueno retumbó en el aire, haciendo que algunos de sus compañeros se sobresaltaran. Ben supuso que, dada la fuerza e intensidad, se trataba de una tormenta eléctrica, lo que significaba que podrían quedarse atrapados ahí por un tiempo considerable.

Mientras el profesor daba un par de indicaciones más antes de que el timbre sonara, anticipándose a que todos salieran del aula a tropel, Ben se sintió abrumado. Estaba teniendo dificultades al adaptarse a la clase. No se le dificultaban las matemáticas en sí, pero el ritmo tan acelerado comenzaba a provocarle algo de estrés.

Al terminar, Ben cumplió lo que prometió y llamó a su madre para decirle que esperaría en la salida trasera del instituto, donde se encontraba el estacionamiento. Gracias a la lluvia, era menos la conglomeración en aquella zona. Además, a diferencia de Lexi, Frank y el resto de los estudiantes, Ben todavía no se unía a un club: por ende su estadía en la escuela era menor, así que se iba a casa un poco más temprano.

Una vez Bárbara respondió, le contó que la tormenta que azotó la región causó varios estragos en las calles, inundando algunas zonas y dificultando el paso. Así que le pidió esperar un poco más. Ben sugirió que tomar el autobús era una opción, no obstante, Bárbara se negó de inmediato, asegurándole que llegaría en poco más de una hora.

Mi voz en tu silencio PGP2024Where stories live. Discover now