21

650 56 44
                                    

Estuvimos los tres viendo películas y conversando casi toda la noche. Se nos hizo tarde, así que dormimos en casa de Ferran.

Ferran nos dejó la habitación de invitados, y aunque hayan dos camas, evidentemente solo usamos una.

Me levante antes que Pablo, vi su cara en mi pecho y le froté un poco la cabeza suavemente sin querer despertarlo, estoy un poco hecho mierda por lo que me han hecho hacer y es una cosa que aún tengo que hablar con él.

Luego de aproximadamente una media hora Pablo se levantó por unos ruidos que había abajo, suponía que sería Ferran haciendo algo, pero el no estaba seguro.

— Buenos días dormilón, poco más y no duermes hasta mañana. — Le digo riéndome de su cara y su pelo.

— Buenos días cariño, dice apoyando su cabeza en mi pecho de nuevo. ¿Bajamos ya?

— ¿Por qué tanta prisa?

— Oigo voces abajo, quiero ver si Ferran se ha traído a alguna tía. — Dice riendo.

Bajamos y no vimos a ninguna tía, pero si a todos nuestros amigos preparando un gran desayuno.

— Lo que ha hecho Laporta es una mierda, pero no por ello nosotros tenemos que hacer lo mismo, os queremos tal y como sois chicos, y estamos felices de que no os escondáis delante nuestro. — Nos dice Araujo dándonos un abrazo.

Todos los chicos nos decían cosas preociosas, estoy muy feliz de tenerlos como amigos y que nos apoyen en todo lo que hagamos.

Almorzamos todos juntos y luego algunos fueron a bañarse a la piscina y otros se quedaron jugando al Fifa. Yo iba a bañarme con Pablo y los chicos pero antes tenia que hablar con mi chico en privado.

— Enano, ven. — Digo cogiendolo del brazo y llevándolo al baño.

— Sé que nuestros amigos nos apoyan en todo y les da igual que estemos juntos, pero no podemos ser así en público y lo sabemos los dos, ¿No?

— Si... — Me dijo suspirando.

— No quiero arruinarte la mañana, pero quiero que sepas que en los entrenos y sitios públicos, como alguna salida grupal o los entrenos no voy a estar mucho contigo, y si me acerco para hablar, hablaré poco y seco. No te sientas mal, ojalá no hiciera falta actuar de esta puta manera asquerosa, pero Laporta y Xavi si ven que estamos pegajosos me van a quitar los huevos. Haré ver que solo me importa el fútbol, aunque tú me importes más.

— No me gusta nada la idea, pero si es lo que se debe hacer, entonces adelante.

Su ceño fruncido delataba que la idea no le gustaba nada y que simplemente decía que si para no hacerme cabrear. Antes de salir le di un largo y cálido beso en sus preciosos labios y dejamos el tema apartado, para acabar de disfrutar el día.


— Ferran, ¿Tienes bañadores de sobra? — Pregunto mientras le tocaba todos los botones del mando para que perdiera al Fifa.

— Puto cabron, ya me han marcado un gol. — Dice dándome un golpe en la pierna. — En mi habitación, en el segundo cajon, al lado del armario grande. Hay muchos, el que quieras hermano.

— Perfecto, gracias. — Busco a Pablo por la sala y veo como coge algunas patatas para picar. Lo cojo del brazo. — Tu, deja eso, que vamos a la piscina ahora, y no quiero que te pongas que tienes que hacer la digestión antes de ir. Vamos a por los bañadores.

— Me las voy a comer igual. — Me dice riendo.

Cogí dos bañadores de Ferran y le di uno verde a Gavi.

— Voy al baño a cambiarme, ahora vengo. — Me habla justo cuando se lo doy.

— ¿Para? Cámbiate aquí, delante mío, ¿No?

— No seas tonto Pedro. — Dirección al baño mientras se le escapa una risilla tonta.

— Jolin Gavi, que aburrido eres enserio.

Un rato después oigo soplos dentro del baño y una cabeza que se asoma de la puerta.

— ¿No habrá ninguno más pequeño no? Se me caen demasiado, tengo el culo al aire casi.

Estallo a risa y voy a buscar al cajón. — Nada aquí pequeñajo, ponte los calzoncillos.

— Ni de coña, son los únicos que tengo y no voy a ir en bolas a casa.

— Yo llevo unos de repuesto en mi mochila, ahora te los traigo.

— ¡Pedro me irán gigantes también!

— Mira Pablito, no se puede tener todo en la vida, te quejarás que te dejo unos.

Le dí mis calzoncillos a través de la puerta y salió con la cara roja. El bañador se le caía mucho, y se veían casi la mitad de mis bóxers.

— Míralo él que guapo. — Dije acercándome a él.

— Calla Pedro, tus calzoncillos parecen pantalones casi.

— ¿Y? Buff, que culazo te hacen. — Le digo mientras le cogía una de las nalgas y se la apretaba acercándolo hacia mi cuerpo. — Que guapo es mi novio eh. — Acabo estampando mis labios contra los suyos mientras le apretó el culo.

— ¿No habrá día que no manosees mi culo?

— Esque es adictivo, no hubieras sido tan guapo cabezón.

Bajamos al jardín y antes de meternos al agua nos echamos crema mutuamente. Le masajee la espalda mientras se la echaba y luego lo cogí para lanzarlo a la piscina junto a mi.

author's note: HOLAAAA, no me matéis, ya se que he desaparecido como mucho. Buscaría una justificación pero no la hay 😅😅

PERO HE VUELTO, así que ya podemos estar contentos todos. No os preocupéis que aún hay gadri y POR QUÉ ME ODIAS por muuucho tiempo más 🫶🏼🙌🏽🙌🏽🎉

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 19 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

¿Por qué me odias? | GadriWhere stories live. Discover now