One shots MonSam Y Freenbecky

No me beses

Notas:

1) TA larga, tiene muchas palabras, estuve 8000dias intentando corregir esas + de 18mil palabras🤷‍♀️🤷‍♀️

2) espero que les guste, me recordó un poco de monsam mientras la escribía 🤭 🌹(Si alguien quiere volver al modo gapero avíseme para colapsar en compañía 🤣)🌹

(no soy muy fanática de lo que escribí, pero weno🤷‍♀️) TAL VEZ ALGUNAS COSAS SE REPITAN, MI WATTPAD ESTABA FUNCIONANDO PÉSIMO según yo corregí todo eso, pero puede ser que volviera aparecer. Porque como 3 veces tuve que cambiar eso🙃

PD: 1) recomienden algo para leer 🤭 no importa si es de FB.
2) ¿Que les hace falta leer o de que les gustaría leer?🤔🤔 Que la verdad tengo un montón de cosas pero necesito un momento de iluminación para concluirlas.

-------------------------------------

—¡Hey Becky! Mejor vuelve a tu puesto, viene la bruja.

—gracias Char.

Dije mientras maldecia el nombre de Sarocha, cómo detestaba cuando llegaba a la oficina, odio su petulancia y su soberbia, odiaba cómo siempre menospreciaba el trabajo de todos y odiaba su falta de escrúpulo. Cada día que pasaba en su presencia era un recordatorio de lo mucho que detestaba el mero hecho de respirar su mismo maldito aire. No podría contar con los dedos de la mano las veces que me senté en mi puesto imaginando que algún día algo la hiciera irse para siempre y jamás ver su estúpida cara otra vez.

¿Por qué nadie más parecía darse cuenta de lo tóxica que era? Tal vez porque ella sabía cómo manipular a los jefes, cómo mantener la fachada de eficiencia y profesionalismo mientras pisoteaba a quienes trabajaban a su alrededor. Bueno, era más facil que eso, su padre era dueño de parte de la empresa.

Desearía que ya no estuviera, cada vez que abría la boca, un escalofrío recorría mi espalda, anticipando el próximo comentario mordaz o la crítica despectiva que arrojaría con una sonrisa.

Respiré hondo y me dirigí de nuevo a mi escritorio, tratando de mantener la calma. No podía permitirme perder la compostura, no con Sarocha siempre buscando la mínima oportunidad para desacreditarme, insultarme o hacerme perder la cabeza con sus comentarios arrogantes.

Sarocha entró en la oficina como una tormenta, su presencia era imposible de ignorar. Todos levantamos la vista de los escritorios, tensos y expectantes. Ella caminó con aire de superioridad, su taconeo resonando en el suelo de mármol como un recordatorio constante de su autoridad indiscutible.

—¡Armstrong! —llamó con su tono habitual de desprecio apenas disimulado.

Me levanté de mi silla, tratando de mantener la compostura mientras me acercaba a ella.

—¿Si? —respondí, intentando sonar profesional. Quizás debería llamarla por su apellido, mostrar algo de respeto pero tan solo pronunciar su nombre me causaba náuseas, intentaba evitarlo tanto como fuese posible, jamás creí posible detestar tanto a alguien.

Ella me lanzó una mirada de arriba a abajo, evaluándome como si fuera un insecto bajo su microscopio, ella solía hacer esa jodida mierda, y cada dia lo odiaba un poco mas que el dia anterior.

—Este informe es inaceptable —dijo, arrojando los papeles en mi dirección—. ¿Cómo esperas que la junta lo apruebe si ni siquiera puedes seguir una simple instrucción?

Sentí la sangre hervir bajo mi piel, pero me obligué a mantener la calma. Esto era lo que principalmente odiaba de ella, no tenía ningún hábito de respeto, ni un poco de empatía para conversarlo en privado, ella debía humillar y aplastar frente de todos, casi como si el hecho de no hacerlo la hiciera perder una parte de ella.