Familia

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Despues de todo no eras más que una mascota, me apiado de ti mi niño, al menos a un perro le dan amor sincero...

Mansion Wayne

En el comedor de la gran mansion podía escucharse un sonido ferviente de un líquido desbordando en un contenedor, dentro de las paredes de este estaban dos adolescentes los cuales estaban en un silencio ameno, sin embargo no queria decir que existía confianza de por medio.

-¿Cómo sobreviviste al ataque?, fui hace años siguiendo la pista al mercenario que nos hizo esto y solo encontre cuerpos.-decía Damian mientras se servía un vaso de agua y le extendía uno a su subordinado.

-Fue coincidencia mi príncipe, mi superior me habia encargado sabotear unas sartas de comunicaciones en distintos países, luego de saber del ataque me quede en la frontera de México, en cuanto el comunicado de la señora Talía llego a mi intente llegar por sobre todos los medios al punto de encuentro... pero cuando llegue solo habia decenas de los nuestros muertos en un muelle.-explicaba tranquilo el chico mientras hacía que Damian rememorara todos los acontecimientos previos al ataque de su madre en aquel puerto de la ciudad del murciélago.

-¿En dónde has estado?.-pregunto ahora más curioso el petirrojo.

-En la ciudad, jamas hubiera imaginado que el vigilante de la ciudad fuera a ser usted mi príncipe, pero tiene todo el sentido, alguien con sus habilidades sería el único capaz de asumir tal carga.

El adolescente de ojos verdosos miraba complacido a su soldado fiel, aun habían vestigios de su vida pasada, pero más importante aún había alguien en quien el pudiera confiar.

-Mi príncipe, ¿Me permitiría hacerle una pregunta algo personal?.-dijo con un tono de duda.

-Adelante.

-El chico de antes, ¿Es cercano a usted?.-pregunto con alto recelo y cautela el de cabello anaranjado.

Damian enmudeció ante el cuestionamiento, decenas de memorias nuevamente atacaban su cabeza, sin embargo no dejo que se demostrara ningún tipo de emocion a su subordinado.

-Podría decirse que si.

Ante la respuesta y de manera casi involuntaria fue que Colin apretó un puño en acción de decepción, sin embargo no salía de su mente su misión principal.

El príncipe esta en Gotham, cuídalo por mi... no creo poder volverlo a ver jamas.

-En ese caso no atentare contra el cuándo vuelva a verlo, no importa que nuestra organización haya caído, mi misión seguirá siendo salvaguardar la vida del príncipe a toda costa.-dijo Colin mientras tomaba la mano de Damian, acción que le pareció algo tierna al petirrojo y por primera vez desde que regreso pudo esbozar una sonrisa.

Las puertas de la mansion se abrieron de par en par, dejando escuchar algunos pasos que no se molestaban en ser cautelosos, el petirrojo no esperaba visitas por lo que tomo su espada y se preparó para cualquier cosa, ante este hecho el de cabello naranja tomo una daga tradicional de su lugar de origen la cual siempre llevaba con el, ambos chicos se prepararon para una emboscada, sin embargo en cuanto el de ojos verdes reconoció el porte fue que termino por arrojar su arma al suelo.

-¡¿Padre?!.

En cuestión de segundos el chico de ojos verdes se arrojó a los brazos del murciélago mal herido en un largo abrazo, esta acción dejo casi boquiabierto al asesino que le acompañaba.

El príncipe acaba de llamarlo... ¿Padre?.

-Yo tambien te extrañe Damian.-dijo con una sonrisa decaída el murciélago mientras con algo de desconcierto se giraba para ver al chico de cabello anaranjado, encontrando con el las características de la antigua guardia de Ras.

El destino es cruel {Damijon}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora