Drew ha tenido una vida fácil el es literalmente el dicho "nació en cuna de oro" con su madre y hermana mayor siendo las mejores abogadas de todo el país, su hermana Kim siendo una reconocida periodista y su padre siendo el principal accionista en m...
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MAYA ALLEN DAVISON
Cuando abro mis ojos es imposible no recordar lo que sucedió ayer, sigo desnuda y Drew sigue a mi lado, en definitiva, no esperaba que sucediera lo que sucedió, pero lo disfrute demasiado.
Miro a mi lado y Drew sigue con sus ojos cerrados, la sabana solo cubre desde su torso para abajo, su cuerpo sigue desnudo, ¿acaso no tiene frio? Cuando lo observo me parece demasiado irreal encontrarme en esta situación, Drew me parecía el hombre mas detestable en la faz de la tierra, no lo soportaba y ahora de pronto resulta que se convirtió en el hombre con el que tuve sexo por primera vez.
Y no me arrepiento.
No esperaba la delicadeza ni la calma que el tuvo, en definitiva, pensé que seria de otra manera y aunque estoy segura que lo de ayer no completamente Drew y que fue de esa forma porque el sabia que era mi primera vez, no tengo quejas al respecto, me sentía segura con él.
Drew es un hombre demasiado guapo, eso no era un secreto para nadie, pero Drew sin ropa era aún más guapo, incluso cuando este vestido se puede deducir que debe trabajar su cuerpo, pero verlo sin nada cubriéndolo simplemente lo confirma, su cuerpo está perfectamente marcado y ni siquiera en exceso, es como si fuera un detalle de su cuerpo.
Solo bastaron 23 años de mi vida para terminar teniendo sexo con un hombre tan guapo como este.
—Cuando me fui a dormir no sabia que me iba a dormir con una psicópata que me observaría tanto el cuerpo—La voz de Drew rompe mis pensamientos provocándome vergüenza.
—¿Cuándo despertaste? Estabas durmiendo.
—Hace unos minutos, estabas demasiado pensativa para darte cuenta—sonríe—. Puedo tocarme si es lo que quieres.
—No miraba tu cuerpo—me defiendo—. Estaba con la mirada ida...
—En mi cuerpo...
Bien, no me arrepentía de lo que sucedió, pero nadie me dijo que se debía hacer al día siguiente, estamos ambos desnudos y aunque se que el ayer no solo vio mi cuerpo, también lo toco, no me atrevo a levantarme, quiero cubrirme por completo.
—Estas sonrojándote—acusa—. ¿en qué piensas?
—En nada...¿Dónde está mi vestido?
—Maya, ya te vi desnuda.
—¡Drew! —me quejo ante su poco filtro—. Ya lo sé, pero...
Drew no me deja terminar las palabras cuando se abalanza sobre mi y besa mis labios de una forma dulce, algo que casi parece no propio de un hombre con el pero que disfruto muchísimo.
—Maya—susurra sobre mis labios antes de acomodar mi cabello y observarme con sus preciosos ojos celestes—. Tendrás que acostumbrarte.
