No he dormido en toda la noche. Porque además de que se ha comprobado que los últimos sismos no se debieron a causas naturales, el hecho de pensar que, si alguna vez me encontrara con ese animal, éste me observaría con los ojos del admirable coronel Joan, me revuelve el estómago. Lo que esperábamos ya está aquí, en alguna cueva submarina y desconocida, donde tejió su capullo. No nos queda otra alternativa que empezar a organizar expediciones, detectar esa región que siempre supimos que está en alguna zona del mar que nos rodea, a cierta cantidad de metros de la superficie, a kilómetros quizá.
Ya es tarde para interrumpir la "reinserción", pero podemos destruir el capullo, entonces el animal ya no tendrá razones para acercarse a estas costas. Deberá buscar otro reducto en las profundidades, construir otra cápsula con las sustancias que segrega su propio cuerpo, y eso le llevará mucho tiempo. Creo haberte comentado, en una carta anterior, que en el sur de Groenlandia habría un laboratorio en el que se reprodujo artificialmente ese capullo y las condiciones necesarias para la "reinserción". También deberíamos localizarlo. Si el animal no encuentra las condiciones necesarias para ejecutar este proceso o no logra elaborarlas él mismo, la próxima vez que las requiera morirá, morirá antes de renacer en un nuevo semi-cuerpo.
Nuestra misión aquí ha terminado. Mejor dicho, ha fracasado. No sé si eso me apena. Estoy esperando a Dick para que juntos tomemos una decisión. Hay una parte del mar que está entrando a la isla, y otros inconvenientes que dejó toda esta conmoción, por lo que será difícil continuar con la mayoría de las operaciones militares en este lugar. Aunque no hay mucho más que hacer. Además de que han sucedido otros hechos, que no están vinculados con esta aberración científica, sino con la ambición y la estolidez de los miembros del ejército, y nosotros, los que hemos llegado hasta aquí con un motivo científico o periodístico, y que ya queremos irnos de este lugar. Estamos acéfalos. Altman fue asesinado y Derian ha desaparecido, envuelto seguramente en ese enfado que le provocó todo aquello, y acaso fue él quién mató al suboficial. La envidia mata, es cierto. Por eso hay que dejar que los individuos se desarrollen, que alcancen sus objetivos más preciados, sean los que sean. El médico tenía razón cuando nos dijo que presionábamos a Meryl, y si ella hubiera logrado ser esa Natalie Portman que veía en aquella película tal vez no le hubiera molestado tanto contemplar a ese otro cisne negro que danzaba frente a un espejo, haciendo lo que ella ya no podía hacer en esa silla de ruedas. Y eso mismo tal vez habrá sentido Derian al contemplar a ese hombre dirigiendo a su equipo, y si huyó tras haber cometido ese crimen no creo que volvamos a verlo.
Yo también huí, según siempre dices tú. Me alisté en este equipo de investigación para escapar de esa vida familiar que se desmoronaba, para no cumplir con mi compromiso de visitar a Meryl,y para no ser culpado de la tragedia. Pero ya ves, me estoy comunicando contigo, por lo menos lo estoy intentando. No es culpa mía si algunas cartas no llegan. Esto demuestra que quiero que volvamos a estar juntos, y que también quiero reencontrarme con Meryl; que me alisté porque sentí que mi país me necesitaba, que mi época, la ciencia de mi época, me necesitaba. Si no quisiera saber de Meryl no preguntaría por ella, no procuraría que estés al tanto de su evolución. Porque está evolucionando. ¿No es cierto? Así dicen los médicos del hospital. Qué bueno, qué bueno que haya algo en nuestras vidas que evoluciona, que se enmienda, que quizá nos abra las puertas hacia una existencia más feliz. Por eso quiero volver, y porque aquí ya no hay nadie que me diga qué debo hacer, ni por qué. Ya no hay líderes, ni suboficiales ni coroneles.
Así que la decisión depende ahora de nosotros. Cuando Dick regrese, lo haremos. Te estoy escribiendo en la mañana del miércoles 11 de marzo. No sé cuándo volveremos a encontrarnos. Hogan no ha regresado, y creo que esta carta, si es la última, tendré que llevártela yo mismo.
Hasta pronto, hasta siempre, querida amiga. No olvides comunicarte con el hospital por el asunto de las pastillas de Meryl. Yo sé, sé que no lo olvidarás.

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El devorador de planetas y otras historias
Science FictionLos informes redactados por un hombre que está perdido en los laberintos del tiempo dan a conocer eventos insólitos que sucederán en el futuro, y la existencia de una criatura descomunal que puede poner en peligro a todo el sistema solar.