CAPÍTULO 52

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La Naturaleza esta sentada en una silla creada por dos árboles, en realidad parece estar tomando una siesta, pero se incorpora cuando llegamos como si fuera una sorpresa

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La Naturaleza esta sentada en una silla creada por dos árboles, en realidad parece estar tomando una siesta, pero se incorpora cuando llegamos como si fuera una sorpresa. Sigue con ese rostro de mujer con cabello blanco y ojos color avellana, me pregunto si esa es su verdadera cara.

—Es bueno saber que mi hermano te tiene en su vida. —Miro a Kira, ella me sonríe.

Hace una pequeña inclinación hacia la Naturaleza y desaparece.

Abro mi boca porque en serio quería decirle algo, pero no la conozco no sé que le diría su familia, todos esos lazos son nuevos para mí.

Kira solo era una niña que estuvo en medio del fuego cruzado entre los humanos y ascendidos, es lo que quiero evitar.

—Es agradable que me visites —dice la Naturaleza. Tiene esa sonrisa fingida que no llega a sus ojos.

—¿Puedes decirle a Irina que venga? —pregunto por qué no tengo tiempo—. Necesito hablar con ella.

—Ir de prisa no te queda, querida. —Se recuesta en esa silla y mira el cielo—. Y si me cuentas mejor algo sobre ti, ¿te sientes mejor?

Si fuera una persona su pregunta tendría sentido, pero no tengo tiempo y a esta cosa no le interesa mi vida, solo quiere algo que la entretenga.

—En eso tienes razón. —Me mira—. Que digas que soy una cosa, es poco sensible para tu especie.

—Ya lo sé, no eres alguien, eres energía —digo fastidiada—. No tengo tiempo, quisiera que Irina me contara su versión de la historia. ¿Puedes traerla?

Me mira, sin ningún gesto. Si no fuera, porque a veces hace gestos humanos, me daría miedo. No tiene sentimientos, solo acciones y no son muy claras, por lo que a los demás les toca interpretar que es lo que quiere.

—Eso es porque no me interesa si ustedes viven o no —dice mientras regresa su mirada al cielo —. Ustedes solo son una especie más en este mundo, nada importantes. Se puede decir que son animales pensantes, pero en lugar de actuar mejor, se comportan peor que los animales y eso que ellos los mueve el instinto.

—Si no apruebas nuestras acciones, ¿Qué te impide acabar con nosotros?

—Nada, pero son muy divertidos —dice sonriendo—. Respondiendo a tu pregunta, podría traerla, pero hay un problema.

—¿Cuál?

—Es humana y ellos son muy pocos conscientes de su energía, lo que solo les permite vagar por ahí con sus almas. Irina está aquí porque su fuerza de voluntad es bastante firme. —Se apoya en sus codos y me mira.

—Necesita mucha energía para manifestarse en el mundo terrenal, ¿cierto? —La Naturaleza asiente—. ¿Cuánto le queda?

—Pues lleva intentando llegar a Damon desde su muerte... —Se detiene, pero no entiendo su comportamiento, parece solo quedarse quieta. Agita su cabeza y me sonríe, raro—. Casi tendrá once años usando la poca energía que tiene.

Siempre fuiste tú. [2] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora