Prólogo

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Prefectura de Kyoto, miércoles 12 de agosto del 2015, 22:24 pm.

Allí estaba él, escondido en un refrigerados, como un niño pequeño. Sus piernas estaban temblando y no solo por el aire frió que había allí dentro sino por el miedo. No había sido su primera opción ese escondite, pero había sido el más rápido, ya que, su perseguidor estaba por encontrarlo.

"Ya quiero salir de aquí" pensó aquel chico de lacios cabellos rojos y ojos amarillos. Karma Akabane.

—¡Se que estas aquí maldito! —grito enrabiado aquellas voz que le pertenecía a uno de los amigos de su padre.

Se arrincono más en el pequeño refrigerador. "Estúpido padre" susurro tiritando.

Si, se encontraba en problemas por culpa de su padre, aquel vejestorio que lo único que hacia era gastar el dinero en apuestas absurdas de las cuales todos sabían que perdería, lamentablemente él no se rendía.

Aquí entraba él. En una de aquellas noches, en donde aquel hombre se emborrachaba hasta terminar casi muerto, su padre había tenido una de aquellas grandes ideas, lo había incluido en una apuesta en la que si perdía él tendría que vivir con uno de sus amigos, obedeciendo en todo. Al principio le había parecido gracioso así que cuando su padre perdió él fue a la casa de aquel amigo, pero nunca se imagino que este estuviera completamente loco.

Llegando a la casa el tipo había querido abusar de él, claro esta que el no se dejo, lucharon un rato. El hombre lo golpeo hasta hacerlo sangrar, pero Karma tampoco se quedaba atrás. En un momento a otro el tipo comenzó a horcarlo, el pelirrojo, de alguna forma logro zafarse, huyo, llegando a la cocina y al escuchar las pisadas del hombre sin pensarlo mucho entro al refrigerador.

Escucho como cristales caían al suelo partiéndose en un millón de pedazos. Tiemblo levemente.

"No quiero morir", se dijo. "No quiero morir, no ahora... no nunca."

—¿Estas seguro de eso? —le ronroneo una suave voz de mujer al oído.

Se estremeció.

—¿Quién eres? —tiritó.

—Tu salvadora.

—¿Qué quieres decir?

—¿Quieres vivir?, ¿Quieres vivir para siempre?, ¿Ser poderoso?

Lo pensó un momento pero la puerta del refrigerador se abrió  y la cara colérica del hombre se mostró al igual que un filoso cuchillo que levantaba justo para clavárselo.

"Si. Quiero ser poderoso y vivir para siempre", pensó furioso

—Como gustes —le contesto.


—Despierta —lo pateo levemente una mujer de veinte años, con cabellos plateados y ojos negros; vestía un largo vestido blanco de encaje, se encontraba descalza.

Abrió los ojos y un congelante aire le golpeo el cuerpo.

—¿Dónde estoy? —pregunto mientras intentaba entrar en calor.

—En donde la muerte y la vida se juntas —contesto tajante la chica.

—¿Qué hago aquí?

—Estas por hacer el pacto.

—¿Qué pacto?

—¿No dijiste que querías vivir para siempre y ser fuerte?

—Si, ¿y?

—Para darte lo que quieres tienes que hacer el pacto de disgregación.

—¿Cómo lo hago?

—Vaya... —lo miro con una ceja levantada —. Parece que no te importa —le sonrió —. Me agradas.

DisgregarseWhere stories live. Discover now