Mansión

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El aujet (que era un auto con alas de avión), ya había aterrizado en el patio de una enorme casa blanca de mármol. En la puerta los esperaba una joven de largos cabellos verdes, vestida con un vestido negro pegado a su cuerpo y una zapatillas puntiagudas a juego, grandes ojos cafes con dorado, pintados con sombras blancas y grises que formaban las alas de una mariposa en cada ojo y labios rojos; al lado de ella se encontraban dos hombres de enorme estatura y musculosos, vestían un traje rosa.

Las puertas del aujet se abrieron y una plataforma para descender de ella, la primera en salir fue Nakamura, luego le siguieron los otros dos disgregados, uno era calvo, con pequeños ojos azules y piel pálida, llevaba unos short y playera azul, descalzo y él otro era más alto, piel morena, con cabellos azul eléctrico, ojos morados, un overol cubría su cuerpo y unos converse; Karma salió con Nagisa en brazos, ya que no podía ni siquiera mantenerse de pie unos segundos.

—¡Kayano! —grito la rubia.

—Nakamura, me alegra que hayan traído a Nagisa —le sonrío.

—¡Oh, no fue nada, pero todo es gracias a Karma-kun! —se acerco a la peliverde y golpeo levemente su hombro.

Karma sintió como se tensaba el cuerpo del peliazul, lo cual le llamo la atención.

—¿Qué le sucede a la princesita?, ¿Tiene miedo de regresar a su palacio?

El menor solo enrojeció. "Acerté", pensó, mientras se acercaba a las dos chicas que platicaban.

—Tú eres Karma —le hablo Kayano —. Soy Kayano Kaede, parlamentaria de la disgregación de los tres fenecimientos.

—Hola. ¿A dónde lo pongo? —lo alzo un poco.

—No soy un juguete, ¿sabes? —se quejo Nagisa.

—Ya lo se, eres una princesa —comento divertido.

—¡No soy una princesa! —inflo uno de sus cachetes.

Kayano miro a los dos chicos seria, una de sus cejas se crispo para luego sonreír.

—No te molestes Karma, uno de mis sirviente puede llevarlo así que no te molestes.

El pelirrojo pudo ver que aquella sonrisa era falsa, y que la chica se encontraba enojada, sonrío de lado.

—No es problema —camino hasta la puerta, pero los dos matones se colocaron enfrente de él.

—Como he dicho, no es necesario —hablo con una voz más fría la peliverde.

Nakamura que miraba la escena se quedo quieta, sin hacer nada hasta que interrumpió.

—¡Cierto Kayano! —trono sus dedos, captando la atención de su compañera —. Necesitamos hablar sobre la paga, ya sabes que los menesteres no son gratis por aquí —mostró todos sus dientes.

Ganándose así una fuerte mirada de la ojicafe.

—Muy bien —se giro para ver a sus guardias —. Dejen lo pasar, solo vigilen que lo deje en la alcoba y luego baje —regreso su vista a Nakamura y se acerco a ella, caminando hasta un pequeño quiosco de madera.

El pelirrojo miro a los grandulones y torció su cabeza a un lado antes de sonreír. Los dos hombres gruñendo se apartaron de dejando entrar al ojidorado.

...

—Gracias —dijo Nagisa mientras intentaba acomodarse en su suave y cómoda cama de sabanas blancas.

—No hay de que —se encogió de hombros Karma.

Miro la habitación y se dio cuenta que era igual que lo anterior visto en la mansión, todo de blanco, negro y gris, no había más color que aquellos, "Que aburridos" pensó antes de dirigirse a la salida.

—Karma-kun —le llamo el pequeño antes de que abriera la puerta.

Se giro y le levanto una ceja.

—Perdón por lo de antes —bajo la cabeza.

Metió sus manos en las bolsas de sus pantalones y camino a pasos lentos hasta la cama a sentarse.

—Bah, no fue nada. Cualquiera en tu lugar hubiera reaccionado igual.

—A...aun así, lo siento.

El pelirrojo lo volteo a ver.

—Olvídate de las disculpas y mejor cuéntame, ¿Por qué huiste? —la cabeza del menor lo volteo a ver —. Me llena de curiosidad saberlo, ya que vives en una de las mejores casas de todo los fenecimientos y por lo que vi en tu clavícula —señalo la parte mencionado con su mano, en la cual mostraba el numero trescientos uno—, tu tiempo de vida aun es larga, ¿Por qué huir?

Nagisa torció su labio.

—No porque viva aquí significa que la este pasando bien, ¿sabes?

—¿Qué quieres decir?

—Solemnidad —apretó con fuerza las sabanas.

El ojidorado levanto una ceja, indicándole que no entendía. Suspiro el menor.

—Después de cada disgregacion se hace la solemnidad, ¿no? —él sintió.

Había asistido a aquellas celebraciones solo cuatro veces de las ciento que había ganado, le aburrían, por lo cual siempre regresaba a su casa, prefiriendo entrenar, ver tele o solo descansar.

—Pues cada que se hace una...las personas se aprovechan de...

La puerta de su cuarto se abrió de repente mostrando a una muy seria chica. Karma miro de reojo al pequeño y se dio cuenta que el color del menor se fue de su rostro.

—Karma, gracias por traer a Nagisa, pero ahora ya te puedes retirar.

El mencionado se encogió de hombros mientras se levantaba de la cama.

—Adiós Nagisa-kun, nos vemos —se despidió con la mano.

—Adiós Karma-kun.

Cuando estuvo fuera la puerta se cerro, golpeándolo en la cabeza, gruño sobándose la área afectada pero ignoro lo ocurrido y camino hasta las escaleras.

—¿¡Como es posible que permitieras que te hicieran algo así!? —le grito enrabiada Kayano.

—¡No fue mi culpa, ¿si?! —le contesto.

—¡Pudiste a ver huido!

—¡Eran más de diez hombres contra mi, ¿Cómo se supone que lo hubiera logrado?!

Karma se detuvo de golpe ante lo dicho, "¿Más de diez?" pensó. Sus manos comenzaron a temblar de la rabia que se comenzaba a formar en su interior.

—¡No pongas excusas! —le reprendió.

—¿¡Excusas!? —su voz se escucho quebrada —. En primera, ¿Quien fue la que creo todo este problema?

Se escucho un fuerte golpe y luego cristales cayendo. El ojidorado con su sangre hirviendo regreso a la habitación pero a fuera de esta, estaban los gorilas.

—¿Se te perdió algo mocoso? —le pregunto él hombre que estaba del lado derecho.

Inhalo y exhalo, intentando controlar el enojo que estaba amenazando por salir.

—No, nada, solo pasaba a ver si todo estaba bien —contesto con fingida indiferencia.

—Nada pasa, ahora largate —hablo esta vez él de la izquierda.

El pelirrojo levanto sus manos en rendición antes de dar media vuelta y dirigirse a la salida, con un montón de dudas en su cabeza, pero sobre todo con una cólera tan grande que en esos mismos momentos esperaba que le llamaran para entrar de nuevo a la disgregación.

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/-\ gracias por sus votos y comentarios!x3 

Las quiero

atte.: Kayrim!*-*

P.D.: Creo que el proximo capitulo se pondra intenso!x.x' (nah, la verdad no se)xD

P.D.2: Me dio risa la imagen (esa es la imagen que tiene Karma en su cabeza cuando cargo a Nagisa)xD

DisgregarseWhere stories live. Discover now