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Apagado.

Hola, ya van a ser las doce ufff. Escribí esto cuando estaba en clases y en el bus pero recién lo completé. Gracias por su paciencia, no pensaba subir hasta dentro de una semana pero cuando la imaginación viene, pues...viene.

Hace unos días estuvo en #51 en fanfic me emocioné tanto porque fue lo más alto que ha llegado :')

Les pediré la paciencia de otra semana, ya que estoy cerrando el semestre y la semana que viene será la última de exámenes así que deséenme suerte!

Ya será sábado, que tengan un buen fin de semana y pórtense mal ;) okno

Les dedico este capítulo a hxrryspaperheart- y en especial a pepepig14 por su enorme paciencia y sus constantes comentarios ;) Gracias a todas por votar y comentar!

Oh y a las que me piden maratón...no puedo hacerla porque ya va a terminar la fic; si, ya va a terminar :( :)

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Liv.

-Sólo pude conseguirte café, ¿Está bien? - Mariel me preguntó cuidadosamente y asentí, no había llorado y tal vez ella pensaba que cualquier palabra me haría romperme a llorar. Pero después de todo mi madre estaba viva y no había pasado algo demasiado grave.

Silencio.

-Deberías ir a tu casa y cambiarte la ropa, hace mucho frío hoy. -me dijo por segunda vez, no había podido ver a mi madre todavía y no me movería hasta que vea con mis propios ojos que ella estaba bien.

-Yo, uhm-me quedaré. Estoy bien. -dije tratando de sonar como siempre.

-Liv...-soltó con ese tono otra vez. Suspiró-Tal vez yo podría pasar por tu casa y traerte un cambio de ropa, ¿Qué te parece? - le sonreí de verdad esta vez y le entregué las llaves de mi casa, yo podría quedarme aquí con mi madre.

Ahora solo quedábamos mis pensamientos y yo, aún no sabía si mi padre estaba enterado de esto o no; fue en ese momento que pude notar que no tenía mi teléfono conmigo, tal vez lo había dejado en algún lugar de mi casa. Solo recordaba haber agarrado mis llaves, dinero y mis documentos antes de ir rumbo al hospital apresuradamente después de la llamada que me anunciaba lo de mi madre.

Suspiré. Todo ha estado movido últimamente, pero tenía que enfocarme en mi madre en estos momentos; los doctores decían que estaba fuera de peligro y me alegraba que fuera así, pero no podría quedarme tranquila sin antes verla con mis propios ojos.

Di una vuelta a los pasillos, en verdad era un sitio deprimente pero también tenía momentos alegres, niños riendo, nuevas vidas apareciendo. Yo solo había venido una vez de lo que puedo recordar, y fue uno de los momentos felices; fue hace dos años cuando mi tía dio a luz a Janice, su primera y única hija. Cuando entré estaba lleno de globos y todos reían con brillos en los ojos, en especial los de mi tía y su esposo, fue algo muy lindo de ver.

Luego de un rato regresé al mismo asiento que había ocupado hoy, jugué con las pulseras en mi brazo por no se cuanto tiempo pero fue lo suficiente para que el doctor salga en búsqueda de algún familiar de Amelia Wild, mi madre. Me acerqué sin tratar de correr y al estar al frente del doctor esperé.

-¿Eres hija de Amelia Wild, cierto? - me preguntó. Asentí.

-Bueno como te notificaron antes, tu madre se esta recuperando y está fuera de peligro. -dijo calmadamente.