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Una fan.

Esa videollamada alegro el resto de la semana. Nunca había pensado que Harry me iba a seguir o hablar conmigo, y mucho menos vernos por skype. Ahora me sentía un poco más suelta con respecto a hablar con él, es increíble como me puede hacer sentir tan segura cuando él se encuentra muy lejos recorriendo el mundo.

La que no tenía una buena semana había sido mi mamá, la notaba estresada y cada vez que le preguntaba que ocurría solo trataba de fingir una sonrisa diciéndome que todo estaba bien. Tal vez solo estaba cansada y me preocupaba demasiado.

Estaba en mi cama echada boca abajo con mi portátil buscando una receta de galletas, me encanta preparar postres. De pronto encontré un anunció que había visto ya tantas veces en estos días, el nuevo tour. La próxima semana se vendían las entradas y no sé que iba a hacer. Ayer revisé mis ahorros y tenía una miseria, si tan solo no me hubiese comprado tanta ropa el mes pasado. No me quedaba otra alternativa, se lo diría hoy.

Bajé las escaleras y vi a mi mamá leyendo algo, espero que se encuentre de buen humor hoy.

“Mamá, ¿Quieres que te ayude en algo?” traté de decir inocentemente. Ella me miró y trató de descifrar algo en mí.

“Bueno, en realidad sí. Puedes poner la ropa a lavar ya que lo preguntas.” Mierda, pensé que me diría que favor quería. Mi mamá no es normal.

“Esta bien.” Bufé. “Pero antes quería contarte algo importante…” mi mamá me miró esperando a que continúe.

“Los chicos harán una nueva gira y aun no puedo creerlo pero vendrán acá! ¿Puedes creerlo mamá? He estado esperando tanto y yo quería pedirte si podías comprarme la entrada.” La miré y tuve un mal presentimiento.

“Liv…” me miró ¿triste?, rayos. Este era mi presentimiento. “Ahorita estamos con unas pequeñas deudas, sé que querías ir. Tal vez has ahorrado algo o podrías trabajar.”

Sé que no era su culpa pero no pude evitar sentirme molesta y con ganas de llorar.

“No tengo casi nada mamá.” Le dije con un nudo en la garganta, “Tú y papá no me dejaban trabajar todavía para concentrarme en la universidad.”

“Lo siento Liv, tengo cosas más importantes que una banda de niños.” Ella no estaba ayudando a como me sentía ahorita.

“¿Niños? Esto es importante para mí mamá, nunca lo fue tanto desde-” me interrumpió. “Dime porqué es importante a ver.”

Le conté todo lo de Harry, obviando la parte de las fotos ebria que le mandé por supuesto. Escuchó cada palabra que salió de mí pero mientras más hablaba, ella ponía un rostro más preocupado. Ojalá que no esté pensando en llevarme al psicólogo…

                                       

“Liv, creo que te podría llevar con Peter.” Dijo mirándome fijamente.

“¿Quién es Peter?” no sé que pretendía.

“Mi psicólogo cariño.”

“No puedo creerlo, no puedo creer que piensas que estoy loca por lo que acabo de contar.” Le dije medio gritando, no pude contener mi molestia.

“Quisiera pero creo que estas medio obsesionada con esos chicos, en especial con ese tal Larry”

“Es Harry mamá, todo es verdad! UGH!” exploté.

“Si todo es verdad, dile que no tienes dinero y te compre la entrada.” ¿Qué carajos? No puedo soportarla en este momento.

“¿Crees que me importa su dinero? No haré eso, preferiría no ir que hacerlo.” Yo no era ninguna interesada, esto se estaba saliendo de mis manos.

“¿Y tu crees que a él le importa algo? Solo eres una fan.” Ouch. Eso si me dolió y por la mirada de mi madre creo que también lo notó. Saqué mi teléfono y empecé a teclear. Estuvimos unos minutos en silencio hasta que mamá habló otra vez.

“Liv, yo no quería-” claro que si quería.

“Silencio mamá, no trates de arreglar nada.” Se quedó callada y yo lo hice también. De repente mi teléfono empezó a vibrar anunciando una llamada. Dios y los ángeles me habían escuchado.

Le pasé el teléfono a mi mamá y leyó el nombre de la llamada entrante.

“Ponlo en altavoz y contesta.” Mi mamá seguía mirando confusa la foto que aparecía registrada con “Styles” y aun sin confiar contestó

“¿Liv? Lamento la demora, justo salíamos del estudio y los chicos no dejaban de hablar.” Se disculpó.

“Harry! Mi mamá quiere saludarte, ella contestó.”

“Señora Wild espero que se encuentre bien, tiene una hija hermosa.” Yo me derretí, en cambio mi madre se encontraba prácticamente con la boca abierta y por su expresión supe que estaba sorprendida, pero me creía.

“Larry?” Por Dios, mamá!