Embarazada de un vampiro

Capitulo 5

_Bueno creo que merezco algunas respuestas. Dije poniéndome seria, el me quedo mirando, y luego de un rato contesto.

_Bien que quieres saber.

_ Como es posible que tu conozcas mi casa, si solo te he visto una sola vez en mi vida, ¿quién eres tú?, ¿por qué yo? , ¿Qué es lo quieres con migo?

_ Huyyy son muchas preguntas.

_ Y tengo más, pero primero respóndeme estas.

_ Si. Si está bien. Bueno como te explico. Es que yo no me puedo alejar de ti me es imposible alejarme de ti, y más ahora. Pero ese no es el tema yo quisiera que tú me aceptaras como amigo por lo menos. Lo dijo con tanta sinceridad que no dude en asentir

_ Está bien. Ya somos amigos. Continua.

_ Conozco tu casa porque tu amiga me dijo por dónde vivías. Sin mirarme solo miraba el camino, yo lo observaba desde donde se me permitía una vez más detalle su físico era increíble y más todavía que quisiera ser amigo mío. Cuando ni siquiera había entablado una conversación con otro chico más que con él y la primera vez que lo vi fue de una manera que no me gusto para nada y me sentí re-ma.

_ mmm ya. Me sentí incomoda, insegura me daba miedo y a la vez me inspiraba confianza que era muy extraña era como si yo lo hubiera visto con anterioridad.

_ ¿Qué pasa?

_ No es que me parece muy raro...que quieras ser mi amigo después de cómo me miraste la primera vez... ósea como con desprecio... como lo hacen los demás... la verdad es que estoy bastante acostumbrada a que me ignoren y pasar desapercibida, ya sabes soy como un típico ratoncito de biblioteca... que no se asocia con nadie.

_ Mmm la verdad es que yo no creo que seas así. Incluso tu podrías tener a cualquier hombre tus pies si así quisieras, eres hermosa como persona y en lo físico, enserio eres preciosa. Y no te mire con desprecio, nunca lo hice, es que tú me resultas casi imposible de ignorar, es como si ya te conociera de antes, me resultas familiar de algún modo y como ya te dije si quiero ser tu amigo si me lo permites.

_ Pero ya te había dicho que si después de todo casi me obligaste yendo a mi casa y presentarte de ese modo.

_ Bueno es que la verdad cuando me interesa algo, insisto para que sea mío. Giré a mirarlo después de haber dicho algo a si me quede totalmente sorprendida. Además necesitabas un acompañante que te llevara hasta el lugar no me digas que querías irte sola a estas horas y caminando.

_hubiera pedido un taxi.

_No me lo hubiera permitido. Si yo... bueno la verdad es que este lugar no es muy seguro y una dama de noche. Dijo levantando el dedo índice. No, no.

_ Mmm pues gracias por tu ofrecimiento de todas maneras no entiendo cómo es que estas aquí con migo.

_ Emma tus eres una persona muy especial y tú no lo quieres ver, eres una persona demasiado poderosa e insegura no sabes cuánto poder tienes.

_ ¿Poder? ¿Te refieres a mi carácter? Bueno es que la verdad mi madre siempre me dice que es como mi arma para que las personas no se me acerquen y eso me está haciendo un mal. Y la verdad es que tu tienes n arma de convencimiento no entiendo como mi madre acepto que me trajineras tan fácilmente de todas maneras solo te ha visto una sola vez. Se tensó de inmediato.

_ La verdad no es a eso que me refería. Hizo una pausa y respiro pesado. Pero bueno ya llegamos. No me había dado cuenta de que habíamos llegado y él ya estaba buscando donde parquear había perdido totalmente la noción del tiempo, me quite el cinturón y ya estaba preparada para bajar pero me detuvo un momento del brazo, me dijo que aguardara un momento, bajo del auto y en menos de un segundo ya estaba en mi puerta la abrió con tanta elegancia, que no podía creerlo que en esta época hubieran hombres de ese tipo baje con casi toda la elegancia que requería el caso pero fue casi inútil no tropezar pero de manera tan ágil el me sostuvo, como si ya supiera que me iba a caer, y ese mínimo roce de piel que tuvimos, en menos de un segundo sentí como una corriente eléctrica recorría mi cuerpo, inmediatamente se apartó y me desconcertó su actitud lo mire fijamente y le agradecí ante tal gesto. Iba a emprender camino hacia la entrada pero él me detuvo y se acercó muy lentamente hacia mi oído a mí me latía el corazón a mil.

_ Simplemente no me puedo alejar de usted señorita Emma.

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