s i e t e

61 8 3
                                    

Shawn se acomodó en mi cama jugando con mi gata mientras yo terminaba de arreglar mi bolso.

—No te pongas muy cómodo, ya deberías irte —Dije.

—Si mi madre no llama para decir que me vaya, entonces no me iré —Respondió.

Fruncí mi ceño. ¿Qué dijo?

—Lo que sea, yo me voy a Manchester a pasar el resto del día para venir a Londres antes de que anochezca. No te puedo dejar aquí.

Se paró de la cama.

—Si tú te vas, yo también. Te llevaré si quieres —Solté una carcajada. Salí de la habitación y mi teléfono empezó a sonar con un tono que desee no tener en ese momento, Something Big.

—Claro, Romeo —deslicé un dedo en la pantalla de mi iPhone atendiendo la llamada rápidamente.

Shawn me miraba divertido.

—¿Hola?

—Hola, B. Es Sofía, la modelo.

—Oh, Sofi. Claro que sé quien eres, ¿Qué tal? ¿Qué cuentas?

Shawn se paró derecho llamando mi atención de alguna manera.

—Nada nuevo, ¿estás en Londres?

—Tienes suerte, sigo aquí pero voy a pasar el día a Manchester y voy saliendo de mi departamento ¿por qué?

—Genial, ¿vas sola?

Miré a Shawn. No, debía sacarlo de aquí, él no iría conmigo. Me miró de vuelta.

—Bueno —alargué—, por ahora más nadie va —Shawn volteó los ojos—, puedes venir si quieres. Voy en tren.

—Perfecto, nos vemos en 20 minutos. Dime la estación.

—Waterloo Station, Sofi. Nos vemos —Colgué.

—¿Por qué no aceptas ir conmigo? Yo te puedo llevar.

—No, gracias —Bajé las escaleras.

El primer piso se veía obscuro, de seguro llovería. Shawn se acercó al ventanal.

—¿Estás segura de que no quieres que te lleve?

—Que no, Shawn. Muchas gracias por ser tan amable, pero ésta vez no —agarré un pequeño paraguas.

—Está nevando, podrías congelarte —Se acercó preocupado.

—¿Eres sordo? ¿Tienes problemas? Ya te dije que no y punto —Pronuncié ruda.

Si le decía más cosas se molestaría conmigo y yo no quería herirlo -de nuevo-. Y después de que me convenciera de llevarme aunque sea a la estación de tren y comprarme el pasaje a duras penas mías, ya Sofi había llegado. No podía estar tranquila con el hecho de que hubieran paparazzis a lo lejos tomando vídeos y fotos. A Shawn parecía no importarle o tal vez no los había visto ya.

Llegó el tren y agarré mi bolsa fuerte.

—Cuidense, chicas —Dijo Shawn al levantarnos del banco en el que nos habíamos sentado.

—Adiós, Shawn. Feliz navidad —despidió alegre Sofi. Claro, le parecía amigable mi ex novio.

Tampoco podía soportar el hecho de que Shawn quiera parecer un ángel en frente de ella.

—Nos vemos... Mhm, tal vez el próximo año... —Murmuré.

—No creo. Te visitaré antes de ir a Portugal, allí pasaré el fin de año y te entregaré tu regalo de navidad a penas pueda, amor.

Cielo →Niall Horan←Where stories live. Discover now