Al día siguiente todo fue distinto. Los distintos clubes a los que fuimos nos habían puesto de cabeza, todos habíamos quedado con un trauma bastante grande a los clubes nocturnos.
Todos nos habíamos embriagado demasiado como para recordar todo pero sin duda la caída de Ed en medio de la pista de baile y Gemma cantando a karaoke con cualquier desconocido, o cuando Sofi contaba historias de terror y tiró su teléfono, no, eso era inolvidable.
Despertamos en la casa Harry, todos en distintas partes de la casa. Ariadna en el patio, Ed en la cocina, Gemma y yo en la sala. Podía jurar que Sofía y Harry estaban en el cuarto.
Mi teléfono comenzó a sonar a todo tono escuchándose por toda la casa.
-Diga -Respondí descolgando.
-¿Bárbara? -Dijo alguien con voz dudosa detrás del teléfono, sospechaba que era Niall por su acento.
-Sí, hola... -Me callé escuchando mi voz tan rasposa y distorsionada.
Detrás de la línea pude escuchar una risa. Sí, definitivamente era Niall. Su risa era tan original y descuidada, me encantaba, me hacía sentir feliz, como si su energía la pudiera transportar de un lado a otro con sólo reír.
Me alivie de saber que sólo era Niall y no mi mánager o algún patrocinante importante.
-¿Estás bien? Espero que hayan dejado muy bien limpia la casa para cuando llegue.
-Eso se lo puedes confiar a Anne y Lou, a mí no.
-Es broma -dijo divertido.
-Sí, lo que sea -Me levanté del sillón, ¿Qué hora era?
-Te compré un regalo asombroso, tengo muchas cosas que decirte, la verdad.
-Ya me lo habías dicho, ¿qué tal tu noche familiar? ¿ya abrieron los regalos?
-Bárbara, son las 3 y media de la tarde.
Mierda.
-Parece que esa es tu palabra favorita, ¿no?
-¿Lo dije en voz alta?
-No -se carcajeó -, simplemente adivine que lo dirías. Por cierto, la cena fue muy exitosa, mamá te extraña y todos preguntaron por ti. Theo está gigante.
-Eso es bueno, es el camino de la vida ¿no? -respondí caminando a la cocina en busca de algo.
-Es así, impresionante. ¿Qué tal anoche ustedes?
-Ugh, ni me lo recuerdes -Volteé los ojos.
Él rió de nuevo.
-No creo que haya sido tan malo.
-Oh, creeme que sí lo fue. En la noche, como tal, todo fue bien, hicimos muchas cosas y hablamos bastante. La locura fue en la madrugada, en cuanto entramos a esos bares y clubes sabíamos que iba a terminar muy mal, pero ya estábamos lo suficientementre tomados como para decidir si sí o si no.
-Mhm, está bien. ¿Qué cuentas de nuevo?
Lo pensé por un momento, mucho tiempo. Lo sospechaba.
-¿Ya sabes? -Pregunté sin cobardía.
-Claro que lo sé, es tendencia en twitter. Es obvio, ¿cuándo pensabas decírmelo? Hace una semana me dijiste que no, que eran cosas de él y ese tipo de tonterías, ahora me sales con un beso -Dijo con tono enojado, cosa que me hizo perder la fuerza con la que estaba agarrando el cereal.
-Disculpame, pero no veo la razón de tu molestia. Te lo digo, no somos nada.
-¿Aún?
Suspire.
