q u i n c e

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[Capítulo corto]

Narrador omnisciente.

—Harry, ¿podrías venir a mi casa en cuanto puedas? —Dijo Niall detrás de la línea.

—C-Claro, Niall, voy en camino, quédate donde estás, no hagas nada malo...

—Harry, hermano, no es nada malo, despreocúpate.

—Bien, adiós —colgó.

Una vez Harry llegado a casa de su mejor amigo tocó el timbre. Habían pasado tres días desde el último acontecimiento, Niall se sentía bien y había estado muy orgulloso de él en estos días después de haber escrito la canción.

—Hey, llegaste —Dijo después de abrir la puerta y revelar a un arreglado Harry.

—Espero que sea algo importante porque tengo que ir a las 8 pm por Sofía —Pasó directo a la sala de estar.

—Encontré algo de Bárbara en mi habitación —le tendió el papel a Harry—. Parece ser una canción —explicó mientras el castaño abría el papel con el ceño fruncido.

—Interesante...

—Tal vez podrías devolvérselo —señaló y se cruzó de brazos.

—¿Y por qué no se lo das tú? Es la oportunidad perfecta, Niall —le tendió el papel doblado de nuevo.

—Quizás —se encogió de hombros agarró el papel sin que Harry lo soltase.

—Es la oportunidad perfecta —repitió y le quitó el papel de la mano—, sin embargo, esta canción nos pertenece. Gracias, Niall —se dirigió a la puerta.

—Espera, ¿qué?

—Es una canción escrita por ella, sí. Pero ella nos ha regalado la canción a nosotros, así que nos pertenece —Abrió la puerta—. Aunque deberías ir donde Bárbara y darle aunque sea las gracias, esa sí es la oportunidad perfecta —dejó el papel en una mesa y se fue sin despedirse.

Iba tarde a su cita.

• • •

Niall tocó la puerta principal de el gran departamento de Bárbara.

Bárbara desconcertada se separó de los brazos de su novio Shawn y caminó descalza y bajó las escaleras rápido. Abrió la puerta y al verlo a él enfrente de ella casi se desmaya. Wow, que desconcerto.

—Mhm, ¿hola? —Fue lo primero que le salió por los labios tratando de calmar la gran taquicardia que estaba teniendo.

—Hola, Niall —Dijo ella tratando de ocultar su cara con una sonrisa—. Oh, disculpa —abrió más la puerta—, pasa, adelante, estás en tu casa.

—Gracias —agachó la cabeza y pasó. Bárbara lo guió hasta la cocina. Todo se sentía igual, todo era igual solamente que con la única diferencia que ya no eran amigos. Aquí estaban, reviviendo los momentos como si fuera la primera vez que se vieron.

—Siéntate donde desees, ¿quieres agua? ¿Cola? ¿café? ¿té? Lo que quieras.

Él carcajeó un poco, se veía muy tierna— Me gustaría sólo agua, por favor —sonrió.

—En seguida —se volteó a buscar vasos—. Y... ¿qué te trae por aquí?

Niall se dejó impresionar por el color de su cabello y el nuevo color de sus ojos, estaba más alta y hasta más delgada, toda una modelo.

Cielo →Niall Horan←Where stories live. Discover now