CAPÍTULO 2

14.7K 749 735
                                    


Planeando Siempre... "El Mañana"



En el momento en el que me miró directamente y pude ver su sonrisa, mi corazón comenzó un latido extremadamente veloz y mi estomago un cosquilleo propio del más absurdo nerviosismo. Ella, al ver que mi vocabulario había terminado con ese simple "Hola", devolvió su mirada hacia la ventana, concentrándose de nuevo en el paisaje y olvidándose de mi presencia una vez más.

Cuando mi mente consiguió salir de ese extraño trance por unos segundos, me di cuenta de un hecho que había pasado completamente por alto y por primera vez, mi cerebro volvió a funcionar consiguiendo que mis labios recordaran como se articulaban las palabras.

─¿Hablas español? ─pregunté torpemente.

¡Bravo Lauren! Tu inteligencia va progresando adecuadamente.

Después de unos segundos que se me hicieron eternos, su mirada volvió a recaer en mí, con esa dulce sonrisa que minutos antes me había ofrecido, y consiguiendo que exactamente las mismas emociones, recorrieran cada centímetro de mi cuerpo.

─Vivo en Miami ─respondió sin dejar de mirarme fijamente.

Me pone nerviosa. Muy nerviosa. ¿Cómo es posible? si no la conozco de nada y apenas he cruzado cuatro palabras con ella, literalmente. No sé si es su mirada, tan intensa y tierna al mismo tiempo, o esa forma de sonreírme, repleta de dulzura y vida. Eso es, esta chica desprende vida por cada uno de sus poros y es capaz de contagiarte solamente con mirarla.

─Estaba comenzando a perder la esperanza de encontrar a alguien que hablara mi idioma en este tren. ─sonreí intentando romper el hielo ─Pero lo que menos esperaba, era encontrar a alguien que viviera justamente en Miami, como yo.

No apartó su mirada. Ni pareció sorprendida al descubrir que vivimos en el mismo lugar. Al contrarió, permaneció así un tiempo demasiado largo para la situación. Aumentó la intensidad en la expresión de sus ojos y con ello, se aportó a si misma un atisbo de misterio que no ayudaba para nada a mis nervios.

─Pues la esperanza es lo último que se pierde... ─concluyó extendiendo su mano frente a mí ─Soy Camila.

Tuve que corresponder el gesto y estrechar su mano. En cuanto ambas hicieron contacto, sentí algo muy extraño. Una especie de cosquilleo interno que ascendió desde el estómago hasta mi pecho. El ritmo de mis latidos aumentó al experimentar tal desconocida sensación. Y por un momento, creí que nuevamente iba a quedarme sin palabras. Pero gracias a dios, no fue así. 

─Lauren.

Permanecimos unos segundos en esa posición, sosteniendo nuestras manos y mirándonos fijamente, como si algo percibiéramos la una en la otra. No me resultaba incomodo. Al contrario, estaba comenzando a sentir una sensación de familiaridad que jamás había sentido con nadie y por extraño que parezca, me habría pasado horas sin apartar la mirada de esos ojos que me atraían de una forma magnética.

Pero, lamentablemente, una vez más fuimos interrumpidas por el camarero, que llegó ofreciéndole una taza de humeante café, que ella misma había ordenado minutos antes. Ese olor impregnó el diminuto espacio en el que nos encontrábamos y me hizo recordar que mi propio y olvidado café, seguía intacto y probablemente bastante helado a estas alturas.

─¿Necesitabas urgentemente encontrar a alguien que hablara español? ─preguntó sacándome de mis pensamientos sobre... café.

─No es que lo necesitara, pero llevo tres días hablando con mi propio reflejo. Y eso, tarde o temprano acabaría con la poca cordura que me queda.

Llenaré Tus Días De Vida (V. Camren)Where stories live. Discover now