Capítulo 5 (P.1)

12.1K 628 517
                                    


Quédate Justo Aquí...Aquí Conmigo.



Siento unas ligeras cosquillas en mi mejilla y eso me hace despertar de este hermoso sueño, del que no querría haber despertado... O al menos, eso creía hasta que abrí los ojos y me encontré con la mirada más hermosa que había sobre la faz de la tierra. Entonces me di cuenta de que mi realidad en este momento, era infinitamente mejor de lo que siempre soñé.

─¿En qué piensas? –Pregunté media adormilada, al ver cómo me observaba con esa sonrisa contagiosa.

¿No era esta la mejor forma en la que un ser humano podía despertar?

─En la vida... –Respondió sin dejar de deslizar esa pequeña y delicada pluma por mi rostro.

─¿Y qué piensas de la vida exactamente?

─Le agradezco, porque me haya permitido sentir esto.

Sus ojos resplandecían de una forma especial, diferente, consiguiendo que ese marrón intenso que antes me fascinaba, ahora me hiciera temblar.

─Eres tan bonita... ─le dije admirando cada parte de ese rostro que tantas cosas me hacía sentir ─¿En qué momento ocurrió esto?

─¿A qué te refieres?

─A ti, a mi, esta noche... estos días... todo... ¿Cuándo comenzó? ¿Cuándo tú...? ¿Ya habías estado antes con una chica?

─No... Y no creo que esto tenga nada que ver con eso.

─¿Entonces?

─¿Tú que pensaste la primera vez que me viste en el vagón, Lauren? Cuándo aún no habíamos hablado, ¿qué sentiste?

Permanecí unos segundos en silencio, tratando de echar la vista atrás y recordar exactamente lo sucedido hace cuatro días.

─Yo... no lo sé... Te veía hermosa... Llena de vida... No sé cómo explicarlo, pero no podía dejar de mirarte, algo me unió a ti en cuestión de segundos... como si... como si estuviera planeado.

─Exacto. Como si el destino nos hubiera puesto en el mismo lugar justo a tiempo.

─¿Habrías estado conmigo si no...? Ya sabes...

─¿Si no estuviera enferma?

─Sí...

─Quizás nunca hubiéramos llegado a conocernos de no ser así.

─No voy a agradecer que te hayas enfermado para poder conocerte, Camila.

─No tienes que hacer eso, Lolo. Simplemente hay que pensar que las cosas sucedieron así. Pero yo si voy a agradecer, que la vida te haya puesto en mi camino y poder sentir esto aunque sea una vez. No todo el mundo tiene esa suerte.

En ese momento un impulso me hizo tumbarla con un rápido movimiento y posicionarme sobre ella, agarrando sus manos a ambos lados de su cabeza.

─¿Y quién te dijo que sólo lo ibas a sentir una vez? –pregunté con picardía.

─Oh... ¿Así que la señorita, "hermosos ojos verdes", dejó su dureza definitivamente?

─Tú quisiste provocarme hasta abrir la veda, guapa. Ahora tendrás que atenerte a las consecuencias

─¿Y cuáles son esas consecuencias?

Me acerqué peligrosamente a su oído.

–Que me vuelva adicta a ti... Y no pueda parar de besarte... –Susurré mordisqueando el lóbulo de su oreja –Ni acariciarte...

Llenaré Tus Días De Vida (V. Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora