Tentación Irresistible (Bechloe)

Lugar Increíble

Después de terminar de poner todas mis cosas en su sitio, bajamos. Vi que Chloe cogía el portátil y se ponía a escribir.

-¿Qué escribes?- Le dije sentándome a su lado en el sofá, mirando lo que era. Ella cerró rápidamente el ordenador.

-Sigo mi libro, el que no quieres leer- La miré mal.

-Quiero ver lo que has puesto- Le dije intentando abrir el ordenador pero ella no me dejó.

-Si quieres leer esto, tienes que leer el principio- Señaló los papeles que me había dado antes de su historia 'picante'.

-No pienso leer esas cosas- Miré a otro lado.

-Pues lo que estoy escribiendo aquí es lo que sigue de esas páginas- Dijo sentándose lejos en el sofá y abriendo el portátil. Yo tenía mucha curiosidad. ¿De qué escribe que es tan 'picante'? ¿Por qué se pone ahora a escribir eso? ¿Es que se ha inspirado o algo?

-Mmm... No, prefiero no saberlo- Ella me miró con mala cara, como si hubiera estado esperando a que lo leyera.

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Ya eran las 2 de la mañana, acababa de terminar de trabajar y estaba yendo hacia casa de Chloe, a dormir. Llegué y estaban las luces encendidas. ¿Esta chica nunca duerme? Pensé.

Abrí la puerta y vi que estaba sentada en el sofá con el ordenador. Estaba hacia la puerta, así que le podía ver la cara. Se estaba mordiendo el labio. Eso me dió un escalofrío. Creo que no me vió abrir la puerta, porque ella seguía concentrada en la escritura. Entonces vi que empezó a bajar una mano, metiéndola en su pantalón. Dios, no. Decidí interrumpir.

-Hey, Chloe, ya he llegado- Di un portazo cerrando la puerta para que me oyera. Ella quitó la mano en seguida y se levantó dejando el portátil.

-Ah, ya estás aquí- Me dijo nerviosa.

-¿No duermes?- Hice como que no había visto nada.

-Estaba escribiendo un poco- Me sonrió y dejó el portátil un poco abierto en la mesa de la cocina. Yo fui a la nevera a beber algo y ella subió escaleras arriba. No sé por qué. Vi que estaba el portátil solo, sin vigilancia. Así que me puse a leer un poco de lo que estaba escribiendo. Me pudo la curiosidad.

"Ella y yo estábamos en el sofá, vi que estaba un poco nerviosa así que le puse la mano en la pierna y le sonreí, ella sonrió también.

-Esto no tienes que hacerlo si no quieres- Le dije.

-Quiero- Ella me contestó. Y entonces yo la besé.

Me puse encima suya y empecé a besarle el cuello. Esta morena me volvía loca. Desabroché su pantalón y metí mi mano. Ella gemía de placer. Yo la masturbaba con fuerza y ella me cogía fuertemente y me besaba"

Mientras leía eso me estaba poniendo mucho y noté que me calentaba. Dios, Chloe escribiendo esto, me ponía más aún. Hice lo mismo que había hecho Chloe hace un momento, me metí la mano en el pantalón, ahí de pie, sin pensar en nada.

-Beca- Dijo Chloe asomándose a la cocina. Me asusté y cerré el portátil.

-¿Cuánto llevas ahí?- Me ruboricé.

-Lo suficiente para saber que estás cotilleando en mis cosas- Se volvió a morder el labio. Eso me volvía loca.

-Lo siento, solo es que estaba ahí y... No pude resistirme a mirar- Dije saliendo de la cocina. Creo que no se ha dado cuenta de mi intento de... tocarme mientras leía. Me fui arriba a mi habitación y ella me siguió. Cuando fui a echarme a la cama ella pasó por mi puerta y se paró ahí.

-Ten cuidado dónde metes la mano cuando hay gente al rededor, pueden verte- Vale, esa indirecta me dijo claramente que sí me vió intentar tocarme antes.

-No sé de qué hablas- Mi voz me salía temblorosa. Me eché en la cama para no mirarla. Ella se acercó.

-Yo no soy la única que se masturba aquí, Beca- Me dijo mirándome al lado de mi cama. Yo la miré y estaba sonriendo.

-Lo siento...- Dios estaba tan avergonzada.

-No pasa nada- Me dió un beso en la frente, dulce.-Buenas noche, mi tímida Beca.

-Buenas noches, Chlo- Se fue. Me quedé pensando en Chloe hasta dormirme.

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Me desperté con la luz del sol y con unos ojos azules claro que resaltaban mucho con la luz.

-Buenos días, compañera- Me dijo pegada a mi cara. Me asusté y salté.

-¿Qué? Chloe, qué susto- Me calmé y me senté en la cama, ella también se sentó.

-Día de acampada- Sonrió.

-Es verdad, hoy nos ibamos de acampada- Sonreí igual y la miré. Parecía que le preocupaba algo.-¿Estás bien?

-Sí... Bueno, es que...- Me miró.-Anoche, cuando estabas leyendo mi historia en el ordenador- Me sonrojé cuando sacó el tema-Bueno... ¿Viste algún nombre en ella?

-Em, no, no leí ningún nombre- Me extrañó que dijera eso. ¿Por qué? Ella suspiró.

-Ah, bien entonces- Se levantó de un golpe y sonrió.-Vamos- Me cogió de la mano y bajamos.

En la puerta estaban todas las cosas: Una nevera con comida y agua, botiquín por si acaso, una tienda de campaña, ropa de monte... Espera, ¿una tienda de campaña? ¿Solo una?

-Chloe... Solo hay una tienda de campaña- La miré.

-Pensé que así estaríamos más calentitas- Esa sonrisa malvada. La ignoré.

-Ya, claro...- El espacio personal, no sé cómo irá.

Cogimos el coche, ella conducía porque es ella la que sabía dónde era. Llevábamos mucho tiempo en la carretera. ¿Dónde me estaba llevando esta chica?

-Chloe, no serás una asesina en serie violadora y me llevas a un sitio lejos para no dejar huella, ¿verdad?- Se rió.

-Pasan muchas cosas por esa mente que tienes- Me dijo mirando a la carretera.-Si hubiera querido violarte y matarte ya lo hubiera hecho.

-Bueno saberlo- Eso me dió un poco de miedo.

Pasamos el resto del viaje en silencio, yo miraba su cara mientras ella conducía. En ocasiones ella me miraba porque se sentía observada y yo le sonreía. Veía como se mordía el labio a veces. ¿En qué pensará? Pensaba yo al ver sus reacciones.

5 horas de viaje después llegamos. Ella me tapó los ojos con una venda.

-¿Qué coño haces?- Fui a quitarme la venda pero ella no me dejó.

-Guiarte- Las dos nos reímos. Nos acordamos de aquella vez que me explicó el sentido de esta palabra.

-Esto cada vez parece más una escena de asesinato- Me rendí.

-Calla y confía en mí- No tenía más remedio.

Caminamos un poco, me tropezaba con algunas ramas por el camino y ella se reía. Al fin llegamos y me quitó la venda. Era un sitio perfecto. Había un lago un poco a lo lejos y era un campo con árboles a los alrededores.

-¿Y bien?- Me dijo.

-Esto es impresionante, Chloe, ¿cómo sabes de este lugar?- Sonrió.

-Te lo contaré luego, es una historia muy larga- Me quedé con la intriga.

Fuimos al coche otra vez y cogimos todas las cosas. Montamos la tienda de campaña y nos acomodamos. Esta acampada iba a ser interesante.