Frío

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Quedamos desnudas, de nuevo, para darnos una ducha. Entré dentro y Chloe no me siguió.

-¿Entras?- Pregunté.

-Has cambiado tanto- Dijo, de repente.

-¿Qué?- Estaba confusa.

-Eras tan inocente... Y ahora eres tan confiada. Eres mi chica rebelde- Suspiró.

-Ven aquí- La cogí de la mano e hice que entrara.
La abracé. -Tú me has cambiado.

-No quería cambiarte- Dijo.

-Me gusta el modo en el que he cambiado- Me separé de ella para mirarla.

-A mí también- Sonrió.

Abrí el grifo y empezó a caerle agua caliente a mi pelirroja. Veía cómo los chorros recorrían cada centímetro de su cuerpo, cómo la mojaban, mojaban su pelo rojo y su piel pálida. Me estaba empezando a calentar.
Ella vio cómo la miraba.

-¿Vas a seguir comiéndome con los ojos mucho tiempo o me comerás de verdad?- Preguntó.

-¿Qué te gusta más?- La miré a los ojos.

-Que me comas de verdad- Respondió.

-Entonces seguiré mirando- Bromeé.

-Qué puta- Se rió.

Me cogió de la cintura y lentamente pegó su cuerpo al mío. Sentí su piel mojada mojar la mía, al juntarse. Sus pezones estaban duros por la excitación y los noté. Oí su respiración, agitada.

-¿Sabes hasta qué punto llegas a ponerme?- Dije, descontroladamente cachonda ya.

-Lo sé, me haces lo mismo- Sonrió.

No había razón para más palabras. Ahora dejaríamos que nuestros cuerpos hablaran por nosotras. Se movió hacia mí, empujándome y sentí la fría pared en mi espalda. Me estremecí.

Me encerró entre ella y la pared y empezó a besar mi cuello. Yo suspiraba, rozaba con mis dedos sus brazos y espalda mientras me besaba. No podía aguantar más sin que me tocara o tocarme yo. Ahora conseguir el orgasmo era una necesidad.

Como si me hubiera leído la mente, Chloe movió su brazo, bajándolo. Mi corazón dio un vuelco al ver el movimiento de su brazo, sabiendo a dónde se dirigía y lo que iba a sentir cuando lo hiciera.

El agua seguía cayendo, muy caliente. Me ponía mucho más sentir el calor del agua y de Chloe a la vez y sentir lo mojadas que estábamos junto con el agua. Lo que más me gusta de follar en la ducha es que es muy limpio, muy suave y nítido.

De repente, me cogió con sus manos por los muslos y me subió, sentándome en sus caderas. Me empujó contra la pared, pegando su cuerpo mucho más con el mío. Sentí su abdomen caliente pegarse a mi entrepierna al estamparme contra la pared.

-Chloe- Susurré.

-¿Sí?- Me miró.

-¿Sabes algo que... me gustaría probar?- Rozaba mi mano en su mejilla mientras hablaba.

-Dime- Besó mi cuello.

-No me refiero ahora, pero cuando queramos...- Susurré.

-Beca, suéltalo- Pidió.

-Quiero que me pegues. Pero de verdad, sin compasión. Quiero que seas dura- Me dejó en el suelo.

-No haré eso- Frunció el ceño.

Tentación Irresistible (Bechloe)Where stories live. Discover now