Tentación Irresistible (Bechloe)

Bechloe Es Real

Me desperté y no estaba Chloe. Tuve miedo por un momento, como si me la hubieran quitado, como si se hubiera marchado para siempre. Esa sensación me recorrió todo el cuerpo. Me levanté rápidamente.

-¿Chloe?- La llamé preocupada. No sé por qué me ponía así.

-Estoy aquí- Entró por la puerta con una sonrisa y esa camisa azul. Respiré tranquila y me volví a echar en la cama. -Toma, para ti.

Me dio una bandeja con un desayuno bastante bueno.

-¿Y esto?- Yo sonreía, sabiendo que no se había ido. Tenía tanto miedo de que se fuera. De verdad necesitaba estar con ella. ¿Qué me pasa?

-Me apetecía hacerte algo- Me puso la bandeja en las piernas cuando yo me posicioné en la cama. Empecé a comer.

-Oye, Chloe... siento lo de anoche- No la miré.

-Tranquila, todo salió bien para mí- Insinuó.

-¿Es que me has violado mientras dormía?- Bromeé. Pero en el fondo lo preguntaba de verdad, algo me decía que era capaz.

-Algo parecido, solo que sin hacerte nada a ti- Se rió.

-Mientras no me toques, puedes hacer lo que quieras- Sonreí un poco, aún sin mirarla.

Terminé de comer y bajamos a bajo. Chloe se sentó en el sofá y yo me acerqué. Ella me miró raro.

-La venda- Le dije cuando ya estuve sentada a su lado.

-Ah, qué susto- Dijo suspirando.

-¿Por qué?- Le quité la venda de la mano poco a poco.

-Te acercabas así, y me has intimidado un poco- Confesó.

-¿Intimidar yo a Chloe Beale? Vaya- Me reí.

-No te rías. Que anoche casi me da algo- Me miró. Yo cogí la venda y fui a la cocina a tirarla, evitando el tema.

Volví al salón y vi que Chloe estaba con el ordenador y acariciando a Sky.

-¿Qué haces?- Pregunté, lejos de ella. Quería acercarme. No, no acercarme. Pegarme a ella, sentir su piel. Quería notar su calor, pero no podía.

-Anoche me inspiraste para poner más cosas en mi libro- Se puso a escribir.

-Vale...- Solo dije eso. Ella me miró.

-¿Te pasa algo? Ven, siéntate- Puso la mano a su lado indicando que me sentara.

-Estoy bien así- Dije.

-Pero si estás ahí de pie- Se rió. -No muerdo.

-Sigo bien aquí- Miraba a su mano. Deseaba tanto estar cerca de ella. Pero ¿y si me hacía daño? ¿Y si yo le hacía daño a ella? ¿Si es solo un capricho mío? Qué digo, ¿cómo le voy a hacer daño si ella no siente lo mismo? Todas estas preguntas me mataban.

-Beca...- Se levantó y me cogió de la mano llevándome a sentarme con ella. -Dime.

-No hay nada que decir- Me aparté un poco en el sofá.

-¿Por qué intentas evitarme? ¿He hecho algo?- Preguntó preocupada.

-Tú no haces nada mal nunca- Miré al suelo.

-¿Entonces?- Me hizo mirarla levantando mi cabeza con su mano.

-No es nada, déjalo- Deseaba sus labios.