Tentación Irresistible (Bechloe)

El Secreto De Chloe

Terminé de comer y me acosté, dejando el plato en la mesita. No quería hablar con Chloe ahora. Solo quería dormir. Me eché de espaldas a ella y cerré los ojos. Sentí que se echaba a mi lado y apagaba la luz.

Cuando me dormí soñé que Chloe me tocaba, que me acariciaba, que me daba lo que quería. Me desperté poco después llorando. Quería eso y no lo tenía. Me dolía porque pensaba que Chloe no quería hacerlo, no confiaba en mí.

Gemí flojo, llorando, y tapando mi boca con la mano para que no me oyera. Intenté quitarme las lágrimas de los ojos.

-Eh, Becs, ¿estás bien?- Sentí su brazo rodear mi cadera.

-S-Si- Dije.

-¿Has tenido una pesadilla?- Preguntó.

-Era algo bonito, no una pesadilla- Susurré.

-¿Y por qué lloras entonces?- Se abrazó a mí.

-Porque no es real- Volví a llorar.

-Oh, Beca. ¿Qué puedo hacer? No quiero que estés así- Me giré para mirarla.

-Tócame- Pedí.

-No me hagas esto- Puso mala cara.

-Es lo único que te pido- Susurré.

-Beca, yo...- Suspiró.

-¿No me quieres? ¿Es eso?- Me cayeron más lágrimas.

-No, no, claro que te quiero. Jamás pienses lo contrario- Dijo.

-Hazlo, si me quieres- Volví a pedir.

-No puedo- Apartó su brazo.

-¿Por qué?- Pregunté.

-No quiero hablar- Se alejó en la cama.

-Chloe, ¿hay algo que no sé?- Dije.

-Yo...- Volvió a suspirar.

-Confía en mí- Me acerqué y acaricié su mejilla.

-Aun que no lo creas, yo una vez me enamoré- Confesó.

-No sé cómo interpretar eso- Estaba confusa.

-Solo escucha. Ella me quería a mí y yo a ella. Un día estábamos... Bueno, ya sabes. Ella tenía problemas de corazón. Puedes imaginarte el resto- Suspiró.

-¿M-Murió?- Pregunté, con miedo.

-No, por suerte. Pero nadie cerca de ella quería que me acercara. Me echaron de sus vidas, dijeron que era una bestia por haberle hecho eso- Una lágrima cayó por su mejilla.

-Chloe... Yo... No lo sabía, lo siento- La abracé.

-Por eso tengo miedo- Dijo.

-No tienes que tenerlo, Chlo. No me vas a hacer daño- La miré.

-Eso me dijo ella justo antes- Sentí que le daba un escalofrío.

-Pero yo no tengo esos problemas. Son dolores externos que van parando cada vez. Confía en mí, Chloe, confía en ti- La abracé más fuerte.

-Es que... Tú no eres como ella, tú eres mucho más especial. Si te pasara algo por mi culpa no me lo perdonaría jamás- Me miró.

-No te voy a obligar a hacer nada, ¿vale? No quiero que hagas esto si no te sientes bien- Dije.