Aparté con mi pierna una tela que me estaba cubriendo y giré completamente para acomodarme mejor y seguir durmiendo. Estaba bastante a gusto y cómoda.
Puse mis manos bajo el pequeño cojín y supiré abriendo los ojos notando como esa no era la cama del cuarto de Diana.
Abrí los ojos rápidamente y me senté haciendo que una gran manta de dibujos de Disney cayera sobre la alfombra.Oh, no...
Miré el reloj y vi que eran las nueve y catorce. Ya era de día y seguía ahí.
En la cabaña de Michael.
Miré mis muñecas, coloqué bien mi pelo y observé mi ropa. Parecía que todo estaba en órden.
Sabía que Michael seguramente había entrado por la noche para taparme con aquella graciosa manta y me había dejado dormir allí sin problema.- Esto no puede volver a pasar, Amber - me susurré a mi misma poniéndome los zapatos.
Abrí mi bolso y busqué mi pequeño espejo y un pañuelo con el que poder arreglar un poco el estropicio en el que se habían convertido mis ojos por culpa del maquillaje y de las lágrimas.
En cuanto estaba lista y algo más presentable, cogí mi abrigo y el bolso y salí de aquel armario.
La habitación, ahora iluminada por la luz del Sol que entraba por la ventana, era bastante bonita y estaba decorada con bastante estilo y gusto.Seguro que era de Michael.
Salí de allí y me encontré con un pasillo largo y las escaleras al fondo. No tenía pérdida, la verdad. Por eso caminé hasta allí y las bajé lentamente intentando no caerme. Había dormido demasiado bien, mejor que en la cama de Diana y eso que había dormido en un sofá...
- ¿Se ha quedado?
Escuché la voz de Bobby más cerca de lo que pensaba. Ese hombre estaba en la cocina junto a Michael.
Desde ese escalón pude ver lo que las otras noches no pude ver. La cabaña era preciosa.
Las vigas de madera llegaban hasta el alto techo y separaban las diferencias estancias de la casa, el salón de la cocina, la cocina de otro pasillo...
Ambos me miraron y no tuve otra opción que dejar de mirar y avanzar.
Fui hacia la cocina preguntándome qué sería lo siguiente, qué ocurrió ayer y qué debía hacer ahora para regresar a casa de Diana.- Buenos días - dijo Bobby con una sonrisa escondido bajo su sombrero marrón.
- Buenos días - susurré dejando el bolso en uno de los taburetes para poder ponerme el abrigo.
- ¿Dónde vas? - inquirió Michael dejando su vaso en la encimera que estaba a su espalda.
- A casa de... - negó con la cabeza y se acercó a mi.
- No, no te vas. Te invito a desayunar. - Dijo amablemente esbozando una sonrisa.
- No es necesario.
Esa frase la estaba diciendo demasiado últimamente...
- Amber, quédate y luego yo te llevaré de vuelta a casa. - Dijo Bobby cogiendo una manzana roja de un plato que había en medio de la barra.
- De verdad que... - volvió a interrumpirme.
- No, vas a quedarte, Amber.
Sus ojos oscuros me indicaron lo que sus palabras decían con amabilidad y calidez.
No tuve más opción que asintir bajando la cabeza y esperar a que alguien dijera algo.- ¿No tienes hambre? - inquirió Bobby.
- Mm... Sí. Anoche no cené. - Dije sincerándome.
- No deberías hacer como Michael, debes comer - lanzó la manzana y la atrapó en el aire. - Voy a hacer una llamada, te espero fuera, Amber. Cuando termines te llevo a casa.
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" Hidden " [ Michael Jackson's FanFic ] #MoonwalKingAwards2017
Fanfiction* 2a Ganadora de MJawards Categoría BeLIEve/acción. Amber Hudson es una de las mejores periodistas de Nueva York. A sus treinta y cuatro años ha conseguido todo el éxito que cualquier periodista quisiera conseguir en su carrera. Sin embargo, su amb...