" Hidden " [ Michael Jackson's FanFic ] #MoonwalKingAwards2017

Capítulo 23

- Es que no lo entiendo, ¿o sea que puede ser una posible compañera de trabajo la que está metiendo cizaña en todo esto? - inquirió Bill antes de salir del coche.

- Sí - cerré la puerta del coche y caminé hacia la entrada del bloque de pisos, resguardándome del frío bajo mi abrigo.

- Amber, ¿no sabes más que su nombre? - miré a Bill de reojo mientras abría la puerta para acceder al interior del bloque.

- Te aseguro que si quieres vengarte, puedo ayudarte. - Le dije pulsando el botón del ascensor y esperando a que las puertas se abrieran.

- ¿No les secuestraste a los dos, a tu marido y a ella?

- El experto en secuestros, eres tú, Bill. No yo. - Dije entrando.

- Cierto. - Contestó riendo.

Cuando las puertas se cerraron pensé que la visita de hoy había sido muy rara. A parte que, Joseph me había dejado pensando con preocupación sobre el tema del robo de información en la revista, Michael se había ido con David, Christopher y Bobby antes de tiempo.

Era por prevención o porque simplemente Michael no me dirigía la palabra hasta que yo lo hiciera.

Al salir del ascensor, el móvil de Bill sonó. Buscó desesperadamente por los bolsillos del abrigo que llevaba colgado de su brazo.

- ¡Joder! - exclamó antes de encontrarlo. Acercó el teléfono a su oido y cambió su semblante. Ahora estaba totalmente serio. - Joseph. Sí. Vale. No, no me había dicho nada pero claro, voy para allá. Hasta ahora.

Le miré y él hizo lo mismo mientras guardaba de nuevo el móvil.

- Tengo que irme.

- ¿Ha pasado algo?

- No, tranquila.

- ¡Qué estupidez!... Aunque pasara algo no me lo contarías, - crucé mis brazos - ¿o sí?

- Si hubieras leido la nota de Michael ahora estarías de buen humor - dijo caminando hacia atrás para volver a llamar al ascensor.

- Perdona, la leí.

- ¿Entonces por qué estás así?

- Porque se ha ido antes de tiempo. - Dije introduciendo la llave en la cerradura.

- Tendría cosas importantes qué hacer, Amber.

- ¿Como qué? - le miré.

- Como esconderse - dijo riendo.

- Bill, a veces no puedo contigo. - Dije sonriendo un poco.

- De verdad, Amber. Tendría cosas importantes que hacer. No te enfades.

- No lo haré - dije abriendo la puerta.

Cerré la puerta cansada y un poco más preocupada porque ahora Bill también tenía que irse y me dejaba pensando si las cosas iban mal. Bueno... Peor que mal.

Al caminar hacia el salón me quedé quieta al ver que la pequeña mesa que estaba situada frente al sofá estaba perfectamente preparada para una cena. Tres velas, dos platos, cubiertos brillantes...

Dejé mi abrigo en el respaldo del sofá sin despegar la mirada de aquella mesa. ¡Era pequeña pero perfecta!

De repente, el tacto de una mano cálida contra la piel de mi diestra me hizo girar para encontrarme así con el perfecto rostro de Michael.

Para mi sorpresa llevaba el pelo mojado, rizado y suelto. Me encantaba que lo llevara así. Sonreí al darme cuenta de que una vez más coindíamos en el color de nuestra vestimenta. Él llevaba camisa blanca y pantalones negros y yo camisa blanca y falda negra. Ni a propósito hubiéramos coincidido tanto.