14. Secuestro

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Secuestro




—Esto es una locura Black, lo sabes. Jodidamente lo sabes y no pareces para nada preocupado, ¿Qué pasa si nos encuentran? Esto será una masacre — Cassandra escuchaba voces a su alrededor.

—No nos han podido encontrar en 10 años, no nos encontrarán ahora Samuel, relájate un poco, sal da una vuelta — Después de aquello no se escuchó ninguna voz.

—Sabes que dejamos rastro, puede que no nos encontraran pero ya los acercaste, les diste un parámetro para empezar a buscar — Una tercera voz retumbó en la habitación. — ¿Y para que la chica?

—Para eso te tengo a ti Richard, para que te deshagas de los rastros que dejamos, llevamos al oeste, de allí se perderán, imprégnate del olor del mar y deshazte de ellos — La castaña se movió incomoda de la posición en la que se encontraba, al parecer estaba sentada en una silla, no podía mover sus manos ni piernas. — Nuestra invitada ha despertado, ve a hacer eso, yo me encargo de ella.




Cassandra sintió como le quitaban la venda de los ojos, al principio tardo en poder enfocar, por lo cual no pudo ver quien se la había quitado, pero después de unos cuantos parpadeos se dio cuenta que estaba en una habitación de lo que parecía una cabaña, las paredes eran de madera, se veía algo rustica la habitación, solo había sillas desacomodas, una mesa con varias botellas encima, una chimenea prendida y era todo, no parecía un lugar muy habitable, miro por la ventana percatándose que estaba oscuro afuera pero por extraño que pareciera el ambiente se sentía cálido y un tanto agradable, debía ser a causa de la chimenea.




— ¿Estas bien? — Se escuchó una voz cerca de la puerta pero no había nadie. — Aquí.



Detrás de ella salió un chico de cabello castaño, ojos color del mismo tono café de su cabello, sus facciones eran varoniles y definidas, solamente traía una playera blanca algo sucia y unos jeans desgastados. Aun así el chico se veía demasiado atrayente, su ropa no demeritaba su atractivo natural.




—Lamento no estar presentable como lo está usted, señorita — Cassandra se sonrojo, se había dado cuenta que lo estaba observando.

—Lo siento, no era mi intención...

—No importa, es la verdad, usted hoy se veía despampanante, fue difícil poder transportarla con ese vestido — Sonrió y el chico, algo en ella reaccionó. No sabía, pero ella recordaba haber visto esa sonrisa antes, en alguna parte. — Te vi con Marcus Schulz, por lo cual me imagino que eres la chica de Jaxson.




Y allí la realidad la golpeó.




—Primeramente, no soy la chica de nadie, ¿Qué rayos estoy haciendo aquí?, ¿quién eres?

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