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28. Conspiración

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                                                                                         Conspiración

—Podríamos estar rodeados Black...

Al escuchar esa frase todos quedaron en silencio, pero podía escuchar las olas del mar golpear con la costa, se podía ver la tensión y como varios hombres alrededor retenían el aire en sus pulmones, ¿Qué pasaría si la monarquía llegaba a ellos finalmente? ¿Qué pasaría con todos los niños, mujeres y ancianos de la aldea?

—Guarden silencio — Black no tenía que decirlo, todos estaban en completo silencio, la adrenalina junto con el miedo paralizo a todos. — Sebastián.

Aunque solamente fue un suspiro un menudo chico salió de entre los arbustos. Se acerco a Black aun mirando hacia el cielo, buscando un indicio de la supuesta aeronave.

—Ve al pueblo y diles que estén todos preparados para zarpar cuando se les de la orden, niños y ancianos viajan primero, lamentablemente necesitaremos que las hembras protejan el puerto en lo que todos suben — Dijo demasiado rápido que a Cassandra le costó un poco seguir la orden, sin embargo, el chico salió a toda velocidad.

—No crees que mandar a un niño es demasiado para él — Musitó la castaña.

—No lo subestimes, ese chico es más rápido que nosotros dos juntos tanto en su forma humana como lobuna — Intentó sonreír, pero toda la tensión impedía si quiera mover un músculo.

El sonido de una aeronave se hizo presente. Se escuchaba como el motor de un avión. El sonido comenzó a escucharse más cerca, esperaron en silencio. Poco a poco parecía como si la aeronave se alejará.

—Al parecer solo fue una falsa alarma...— Comenzó a decía Aqua. — Era solo un avión.

La castaña pudo sentir como todos soltaron el aire contenido.

—Black — Un hombre de entre los 30 años llegó a ellos. — Reportan de torre que solo fue un avión comercial de los humanos y el navío cambio su rumbo, fue una falsa alarma.

—Tienen que ser mas precavidos con esto — Black se rasco el pecho lo que parecía un tic nervioso. — Estos días serán de tensión, diles a todos que se resguarden y se limiten sus labores cotidianas, la corona estará muy suspicaz, no quiero perder mas de mis hombres, hasta que creamos necesario quiero que todos se mantengan al margen de la situación, no levanten sospechas. Manda alguien para detener a Sebastián, no quiero llegar al pueblo y ver a todos en pánico.

—Entendido — Sin decir nada el hombre corrió por donde había venido.

Maximilian Blackwood giró su rostro y centró toda su atención en Cassandra.