Vendida al mejor postor

Capítulo 2

Al aterrizar en Miami solo quería ir al hotel, que calor por Dios!. Fui a buscar  mi equipaje y luego salí a buscar un taxi, cuando al fin encontré uno entre por la puerta izquierda pero un hombre entro por la puerta derecha

—Perdón- dije — yo subí primero.

—lo siento, no te vi – ¿te molesta si compartimos el taxi? Porque la verdad que es muy difícil encontrar uno disponible— lo mire y asentí. Tenía razón es MUY difícil encontrar un taxi. Dijo que primero me llevaran hasta mi destino así que di la dirección del hotel.

—¿Cómo te llamas?—me preguntó

—Elza—dije— ¿y tú ?

—Alex, ¿Cuántos años tienes?—pregunto Alex

—19— ¿y tú?— si el me pregunta yo también puedo hacerlo.

—22—dijo el—¿Por qué el viaje?

—vacaciones, un descanso de mi primer año de facultad. ¿y tú?

—Me mudo con mi madre aquí—eso me hizo acordar a mi madre hacia ya 14 años que no la veía

—¿dije algo malo?—

—no, no solo que recordé a mi madre—dije con nostalgia

—¿Dónde esta ella?

—Me abandono cuando tenia 5, para irse con un hombre con dinero —dije mientras lo miraba

—lo siento mucho debió de ser muy difícil— no tienes la menor idea pensé. Una lagrima rodo por mi mejilla pero rápidamente la limpie para que no se diera cuenta.

—¿Cuánto te piensas quedar?—dijo cambiando de tema

—Dos semanas, así que tengo que aprovechar para recorrer y conocer este hermoso país.

—si quieres puedo mostrarte los alrededores, no es la primera vez que vengo a Estados Unidos.

—me encantaría, Gracias—dije sonriendo. Llegamos al hotel y me ayudo a bajar el equipaje. Le pase mi numero y antes de irse me dijo

—nos estamos viendo—

—claro, suerte con tu madre

—gracias, la voy a necesitar—dijo mientras sonreía y se subió al taxi que desaparecía por el camino.

Entre al hotel y fui hasta recepción a buscar la llave, subí por el ascensor y al entrar a la habitación lo primero que hice fue ir al baño a darme una ducha.

Salí envuelta en una toalla, me puse la ropa interior y opte por unos short, una remera caída en un hombro y mis botas negras.

Las ganas de conocer me estaban matando asique salí a caminar, pero solo a unas cuadras no quería perderme. Encontré una cafetería a dos cuadras del hotel, me senté y un amable camarero me atendió pedí un café y una porción de torta de chocolate me entretuve con mi celular y cuando despegue mis ojos de la pantalla de mi celular ya estaba oscureciendo asique pague la cuenta y me dirigí hasta el hotel.

Me senté en los enormes sofá y me entretuve mirando la televisión, pero ya me había picado el hambre asique pedí que me trajeran la comida al cuarto. Tocaron la puerta y fui a atender pero al abrir me encontré con Alex, el muchacho del taxi

—No recuerdo haberte dado el número de mi habitación— mencioné confundida

—No, no lo hiciste— dijo y me golpeo con algo y todo se volvió oscuro

Me desperté en un lugar oscuro, estaba mareada mis sentidos no funcionaba bien. Veía a hombres alrededor y yo estaba en una especie de capsula de vidrio. No podía mantenerme firme, me tambaleaba para los costados. Hasta que sentí que pusieron un pañuelo en mi boca y otra vez volví a la oscuridad.