Capítulo 11

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-¿A dónde crees que vas?- sentí su respiración en mi nuca. Me di vuelta y quede a centímetros de su boca.

-que te importa, no sabía que te tenía que avisar cada paso que dé, y ya te dije que no eres mi dueño-dije gritando

-pues estas muy equivocada si soy tu dueño y tú de aquí no te vas-dijo con un tono firme

-Tú estás loco, estamos en el siglo XXI me parece que paso tu era-creo que mi comentario lo enojo porque me tomo y me puso en su hombro. Mi cara quedo en su cola, muy linda cola por cierto, pero ese no es el punto, volviendo a lo nuestro me estaba cargando como un saco de papa!

-suéltame maldito cavernícola!-grite furiosa

-Tú te lo buscaste solita- se estaba riendo de mí el muy idiota

-demasiada sangre en mi cabeza, me va hacer mal-pero hizo como que no me escucho. Asique intente no pensar en toda la sangre que estaba yendo hacia mi cabeza y me concentre en el hermosos trasero que tenia frente a mi cara.

-qué lindo trasero-es en estos momentos en que quisiera que me tragara la tierra. Lo dije en voz alta.

-parece que tienes buena vista de él -se estaba divirtiendo el cavernícola! Esto solo aumenta mi odio hacia él. Llegamos a la habitación y por fin puse mis pies en el piso pero no duro por mucho porque me apoye mal y caí al piso. El muy tarado comenzó a reírse en vez de ayudarme, esto es increíble!

Le di mi pero cara y trate de levantarme sosteniéndome de la pared, cuando vio la mal que estaba se acercó a mí, pero mi odio y mi ego eran mucho mayor asi que lo aleje y trate de ir hasta la cama.

-ya puedes irte no deseo ver tu horrible cara un minuto más-dije con desprecio

-por favor, deja de mentir, si te encanto- dio con una sonrisa burlona en su cara que solo aumento más mi enojo.

-Sabes que me encantaría-dije y este me prestó atención- cortarte la lengua, arrancarte la cabeza, arrancar cada extremidad de tu cuerpo y tirarlos al mar- dije cada palabra muy, muy seria. El me miro como si no pudiera creer que esas palabras salieran de mi lindo y rosada boca, trago saliva y se marchó de la habitación.

Creo que mirar tantas series policiales me ayudo en algo.

Baje luego de horas de estar en la habitación pensando que hacer, me dirigí hasta la sala de lectura y escogí mi libro favorito de Paulo Coelho ''Once Minutos'' me recosté en el sofá y comencé a leerlo. Rei, llore, sonreí y llore todo tipo de emociones te hace sentir una buena historia un buen libro. Termine de leerlo con una sonrisa en mi rostro y esta se esfumo cuando vi al simio en el marco de la puerta mirándome.

Me levante del sofá deje el libro en la biblioteca en donde se encontraba, pase por al lado del simio sin dirigirle la palabra y fui hasta la cocina, la verdad había pasado tantas horas leyendo y tenía hambre, tome una manzana. Parece que el simio me seguía, volví a pasar por su lado para ir a mi habitación pero este me tomo del brazo.

-¿Qué te pasa?

-nada señor, si me permite quiero ir a mi habitación

-no vas a ningún lado hasta que me digas que mierda te está pasando- dijo con enfado

-cuida tu vocabulario que estás hablando con una dama-su mandíbula se tensó y en todo su cuerpo se notaba lo enojado que estaba. Solo que no entiendo por qué.

- repasemos juntos. Me golpearon, me drogaron, me vendieron, me secuestraron y ahora estoy presa en una casa con un cavernícola, así que creo que no me pasa nada-dije sarcástica como siempre.

El ambiente se puso tenso los dos estábamos enojados y exaltados, y como siempre el lo empeoro

-agradece que yo te compre y vives en una casa con las comodidades necesarias y lo principal que no te obligo a nada. Porque déjame decirte que si otro te hubiera comprado - rio- no tienes ni la mínima idea de todo lo que hubiese hecho con tu cuerpo y sin tener tu consentimiento.

Dicho esto se marchó.

PV Liam

No sabía qué hacer, estaba demasiado confundido, cuando vi que se iba, que se marchaba de mi vida que quizás nunca más la volviese a ver me volví loco. Ella me había echo sentir algo que jamás me había pasado con una mujer, sentía miedo a perderla. Y como un cobarde que soy le dije todas esa cosas muy denigrantes.

Ya en mi habitación escuche como ella lloraba en el baño y la verdad me partió en dos, saber que yo soy el causante de su llanto de su angustia.

Soy muy impulsivo y ella me saca de mis casillas ella me hace enojar con tan solo una palabra. No se cómo lo hace!

Fui hasta su habitación pero cuando quise abrirla no pude, seguramente puso algún mueble tras la puerta para que no pase. Espero que no haga ninguna locura.

Vendida al mejor postorWhere stories live. Discover now