Soy virgen ¿y tú?

36. Limpiando esas ideas locas.

Capítulo 36. Limpiando esas locas ideas. Final parte 2.

Saco un apio de un pocillo sobre la mesa y lo saboreo cuando toca mis labios, trago lentamente y sonrío al sentir su tan rico sabor. Agarro otro y hago el mismo procedimiento, solo que esta vez untándolo en una salsa agridulce. Gimo de placer y sigo comiendo ansiosa, uno tras otro. Mi estómago gruñe agradecido por darle alimento y lentamente me acomodo en una de las sillas esperando al resto para comenzar el almuerzo.

¿Por qué se están tomando tanto tiempo en bajar? ¡Muero de hambre!

-¿Haz hablado con Aaron?

Levanto la cabeza y masco mi apio negando hacia mi hermana. Trago duro recordándolo y un nudo se forma en mi garganta. Se acomoda a mi lado y sostiene su mejilla contra su mano, suspirando rendida. -No te entiendo...

Nadie lo hace... -menciona mi Diablo virando los ojos.

-¿Qué hice ahora? -frunzo el ceño y limpio mis dedos en una servilleta.

-Lo amas, aceptaste casarte con él, pero no le hablas hace una semana y media... -dice obvia y al ver que no responderé a sus palabras debido a que no tengo respuesta, se acaricia la mejilla y cierra los ojos tratando de asimilar. -April... ¿A qué le tienes miedo?

Frunzo nuevamente el ceño a su extraña pregunta y lo dudo unos segundos. -Tal vez a la soledad... y ¡los pandas! -asiento frenéticamente al recordarlos y un escalofrío me recorre la espina dorsal.

-Tú sabes a lo que me refiero... -vira los ojos a mi poca seriedad. - ¿Le tienes miedo a Aaron? ¿A perder tu virginidad?

-Tengo miedo a no hacer lo correcto... -suspiro y cubro mi rostro, cansada por esta lucha interna que muy poca gente comprende.

Suelto un puchero al extrañar como loca a Aaron y lo imagino en mi mente corriendo y sonriéndome, riendo y abrazándome, dándome besos y acariciándome. Extraño todo de él y eso que solo ha pasado una semana y media, en donde la cobardía ha sido uno de mis mayores problemas.

-April, vas bien encaminada. Nuestro padre aceptó su compromiso y estás enamorada. No veo que hay de malo en todo esto...

-Soy demasiado joven para casarme. ¿Qué si se cansa de mí por hacerlo esperar tanto tiempo?

Mi hermana se lamenta en voz alta e inesperadamente ladea su cuerpo y su puño choca directamente contra mi brazo derecho, sacándome un gemido de lo más profundo de mi garganta por el dolor. ¡Me saldrá un moretón enorme! Me sobo mirándola impresionada y quejándose aburrida y frustrada, se levanta de un tirón para enfrentarme. - ¡No tienes que casarte inmediatamente, estúpida! ¡Ya llevan bastante tiempo para demostrar que el idiota está enamorado de ti y que te esperará todo lo que necesites! ¿Puedes por favor parar de ser una niña y madurar? ¡Ibas tan bien!

-Estoy asustada... Eso es todo.

-Debes perderle el miedo a algo tan simple. Piensa, -levanta un dedo y comienza a enumerar. - hay gente que es asesinada, otra que es maltratada, perseguida, violada, pierden a sus seres queridos y muchas otras cosas más terribles que uno no debe ni mencionar, ¡esas cosas deben asustarte! no hacer el amor con la persona que amas ¡él ya te dijo que iba a respetar tu decisión!

-Estoy siendo una idiota... -exhalo negando.

-Exacto. -chasquea la lengua y se sienta. Agarra mis manos y me da una mirada maternal. -No le tengas miedo a concretar tu amor April, que luego te vas a arrepentir.

Un recuerdo de la cara triste de Camilo por la "muerte" de mi hermana golpea mi mente. Su amor no pudo ser concretado así que él se cerró y se mantuvo así por mucho tiempo, hasta que logró tener una segunda oportunidad que fue solamente suerte. Él se había arrepentido de no concretar lo que debía ser concretado.