Saber lo que se siente / Know what it feels like

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----ALGUNOS MESES ANTES----

- Eso es terrible. ¿Cómo está ella? -preguntó Poché mientras cerraba su casillero.

-¿Cómo esperas que esté? Está devastada. Tú mejor que nadie sabes lo que se siente.

Poché tragó saliva con fuerza. Claro que ella sabía lo que se sentía. Ella también había perdido a la persona que más quería en el mundo.

Poché: ¿eran muy unidas? -le preguntó a su mejor amiga Christina mientras se dirigían a su salón de clases luego de que la campana sonara. Christina puso los ojos en blanco, como si aquello fuera lo más ridículo que pudo preguntar.

Christina : Están juntos desde la fecundación, ¡claro que eran unidas!

Poché: Lo siento, estoy nerviosa..., ahí está.

Christina volteó a ver disimuladamente. Ahí estaba ella. Callr. Intentaba torpemente abrir su casillero, pero no podía. Tenía la mente demasiado alejada del momento. Poché primero creyó que tenía alguna clase de problema en la agilidad de sus dedos, pero luego notó que la chica ni siquiera podía concentrarse en recordar su contraseña. Calle cerró los ojos y apoyó su cabeza contra el casillero. Estuvo así durante por lo menos 10 segundos, hasta que finalmente se incorporó y comenzó de nuevo. Poché sonrió levemente cuando vio que por fin pudo abrirlo. Tomó un par de libros y volvió a cerrarlo. Cuando se volteó para seguir su camino, sus ojos se encontraron con los de Poché pero en una milésima de segundo bajó la mirada al suelo, y continuó su camino.

El corazón de Poché se aceleró por completo. Sólo había sido un segundo, pero fue suficiente para que se sintiera culpable por haberla mirado. La pobre chica debió haber recibido miradas toda la mañana, ya que todo el mundo sabía lo que había pasado. Bueno, no exactamente. Sólo sabían que su hermana gemela había fallecido hacía algunos días; pero nadie sabía qué era exactamente lo que le había ocurrido a la chica.

Como fuera, Poché seguía sintiéndose culpable de haberla mirado. Ella sabía lo que se sentía estar en su lugar. El año anterior, cuando su novio Ryan murió, todo el instituto se enteró, y la miraban de esa forma. La mirada es muy fácil de describir: Lastima. Lo miraban con lastima. Como si dijeran "oh, pobre chica, cómo debe estar sufriendo. Gracias a Dios no soy ella". A Poché le molestaba terriblemente, y sabía que a Calle también. De hecho, no hay forma en que alguien pueda gustarle recibir esa mirada.

Poché: No tiene demasiadas amigas aquí, ¿verdad?

Christina: Es algo... reservada.

«Tal vez solo esté deprimida» pensó. Recordaba que cuando ocurrió lo de Ryan, ella no quería hablar con nadie. Sólo, quería estar sola. Y llorar, si era posible.

Poché pasó toda la clase observando a Calle, que se sentaba un par de pupitres por delante de ella, al frente de la clase; la verdad, era la primera vez que se fijaba en ella. Estuvo las dos horas con una mano sobre el pupitre sosteniendo su cabeza, sin prestar ni la más mínima atención a lo que la profesora de francés estaba diciendo.

Christina: Ya deja de mirarla. -la regañó golpeándole la pierna con su pie por debajo de los asientos. Ella no le dio importancia al comentario.

-Ya pueden retirarse -dijo la profesora Anne, dando por terminada la clase -excepto Calle, quiero hablarte un momento.

Ella asintió sin ánimos, como si todo le diera igual.

Probablemente todo le diera igual en ese momento.

Poché salió del salón junto a Christina, pero antes de salir volteó a ver a Calle, que se sentaba frente a la profesora Anne, la cual se agachó para estar a su altura y puso una de sus manos en su hombro mientras le hablaba. Poché sabía lo que le estaba diciendo. Lo sabía porque Anne le había dicho exactamente lo mismo a ella cuando Ryan murió. Sabía que le estaba dando el pésame, y algún par de malas frases de consuelo. Ella odiaba aquello, esas frases no servían para nada. Solamente te hacían sentir como un ser merecedor de lastima.

Towards LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora