Luces / Lights

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Últimos 3 capítulos.

Pochė abrió los ojos, miró hacia el suelo estando de rodillas, y lo único que pudo hacer fue vomitar. Levantó la mirada y vio luces azules que sólo hacían que sus ojos dolieran y tuviera que apartar la mirada.

De repente sintió una presión en sus muñecas mientras alguien las unía detrás de su espalda, y luego un frío metal las abrazó sin dejarlas ir.

Escuchó la voz de un hombre hablarle, pero el shock que tenía no le permitía usar con claridad ninguno de sus sentidos. Se obligó a si misma a escuchar lo que estaban diciéndole.

-... usado en su contra...

Pochė: ¿Qué? -la levantaron del suelo y la dirigieron al lugar del que provenían las luces azules. Sus pies no paraban de tropezar en el césped.

-Si no tiene un abogado la corte le asignará uno -la voz del hombre era violenta, casi lastimaba los oídos de Pochė.

Alzó la mirada, intentando aclarar su mente, y vio a Calle corriendo hacia ella con los ojos rebosando de lagrimas. Pero antes de que pudiera llegar a ella, otro oficial la sostuvo impidiéndole avanzar.

En ese momento, al verla en ese estado, fue arrojada bruscamente a la realidad.

El hombre que la guiaba hacia las luces se detuvo para abrir la puerta trasera de... si, era una patrulla policial.

"Es una patrulla" -se dijo así misma -"Y él es un oficial. Y lo que tengo en las muñecas son esposas. Y las frases que dijo son del código penal."

Miró a su alrededor, vio a Calle siendo guiada hacia una ambulancia. Vio que toda la casa estaba rodeada de patrullas, ambulancias y demasiadas personas. Buscó a Christina con la mirada pero no la vio por ninguna parte.

La puerta principal de la casa se abrió, y varios hombres llevaban una camilla tapada con una manta, bajo la cual se distinguía la figura de un cuerpo inmóvil.

El oficial hizo que se inclinara, cubriéndole la cabeza con una mano al ingresar al asiento trasero de la patrulla. Cerró la puerta y Pochė lo observó rodear el vehículo y subir por la puerta delantera, donde en el asiento del copiloto ya había un oficial esperándolo. El segundo oficial volteó un poco su cuerpo para mirar a Pochė. Luego regresó la mirada al primer oficial, y Pochė lo escuchó decir:

-Tan joven...

El primer oficial negó con la cabeza, como expresando desilusión.

La desesperación inundó su cuerpo. ¿Por qué estaba ella ahí si el monstruo era otro?

La patrulla se puso en movimiento, y el primer oficial habló por un transmisor:

-La tenemos, la estamos llevando.

Escuchó un murmullo respondiendo del otro lado, pero no estaba lo suficientemente cerca como para escuchar lo que decía.

El segundo oficial no paraba de mirarla, y estaba poniéndola aún más incomoda de lo que se encontraba. Observó a su compañero y le dijo:

-¿No crees que haya un error? Mírale el aspecto, estás chicas están encerradas en palacios, no en cárceles. ¿Y si el asesino nos está tendiendo una trampa?

"¿Asesino?". La mente de Pochė la atacó con un huracán de flashbacks. Se recordó a si misma, con un arma en la mano, apuntando al padre de Calle. Recordó al hombre a su vez apuntando a Christina. Recordó a Calle inmóvil. Recordó el ensordecedor ruido de un disparo.

El primer oficial la observó por el espejo retrovisor, con desconfianza.

-Ella tenía el arma, y estoy seguro de que cuando le hagan la prueba de barrido electrónico también tendrá pólvora en las manos. Es todo lo que necesitamos.

Towards LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora