Towards Love

Sorpresa(Primera parte) / Surprise(First part)

Últimos capítulos.

Pateó la ventana e ingresó. Sin medir ningún peligro.

Su desesperación le impidió pensar en las posibilidades a las que podría enfrentarse.

Sabía que encontraría a Calle. Pero no pensó que la encontraría en esa situación.

Sabía que encontraría al padre de Calle. Pero no pensó que éste estaría armado.

Sabía que se pondría en peligro al involucrarse. Pero no pensó que el peligro fuera tan real.

Estaban huyendo, escapando de nuevo. El padre, un hombre grande y robusto, con piel morena y barba de hace varios días, llevaba un bolso en un hombro, y en esa misma mano sostenía un arma que apuntaba hacia Calle, a quien tenía sujeta por la cintura con su mano libre.

Pochė notó la expresión de susto en la cara del hombre cuando la vio ingresar tan de repente. Pero también vio su sonrisa macabra al notar que había llegado sola.

-¿Es ella? -le preguntó en voz baja a su hija, pero no tan baja como para impedir que Pochė lo escuchara.

Calle asintió, sin poder si quiera hablar.

El hombre permaneció de pie durante algunos instantes, mirando a su alrededor. Como esperando que de la nada entraran policías o gente a la que la joven habría traído para rescatar a su hija.

Pero desde luego, Pochė no había planeado nada. Actúo impulsivamente, sin medir ninguna consecuencia.

Estaba sola.

-No tengo tiempo para esto -le dijo fríamente, intentando avanzar hacia la puerta, pero Pochė, sin pensarlo dos veces, se arrojó sobre la puerta evitándoles salir. El hombre retrocedió.

Pochė: No va a irse con ella.

-¿En serio crees que vas a detenerme? No me hagas reír -contestó con su voz pesada. El hombre no parecía tener ni la más mínima pizca de temor. Al contrario, era Pochė quien temblaba.

Pochė, observó a Calle, quien la miraba, no con expresión de esperanza o agradecimiento. No, la miraba sin poder creer que se estuviera exponiendo a esto por su cuenta. No podía creer que hubiera sido tan estúpida como para presentarse ahí sola y desarmada.

El hombre dirigió su arma hacia Pochė y ella contuvo el aliento.

"No la salvé" -se dijo a si misma -"Nos maté a ambas"

Calle: ¡Papá! -gritó llamando la atención del hombre por un momento -no voy a poner resistencia, pero no a ella, por favor.

El hombre observó a su hija y la soltó lentamente, sin bajar el arma. Parecía que le suponía todo un alivio que Calle no estuviera resistiéndose.

-Si sabes lo que es bueno para ti, aléjate de la puerta, vuelve a casa y finge que todo esto fue un mal sueño. Ahora -con el arma señaló la ventana rota por la que había ingresado.

Desde luego, no iba a dejarla ahí. O eso creía.

Calle: hey... -tanto su voz como su rostro reflejaban lo agotada que estaba de todo, como si lo único que deseara es que esta pesadilla de años terminara de una vez, sin importar cómo -de nada sirve que ambas estemos muertas... ¿recuerdas lo que me dijiste en la carta? "Quiero que vivas y que le cuentes a tus hijos nuestra historia de amor". Ahora te corresponde a ti hacerlo.

Pochė estaba llorando sin siquiera darse cuenta. Probablemente, si estuviera lloviendo sobre ella tampoco lo habría notado. Sólo tenía ojos para Calle. Y lo que veía y oía no le gustaba nada.