Towards Love

Romper a llorar / Break to cry

Poché siguió a Calle hasta el baño. Se quedó en la puerta unos minutos para que no pensara que la estaba siguiendo, y finalmente, llenándose de valor, y sintiendo que tenía la responsabilidad de hacer esto, entró al baño.

Se encontró con una versión muy débil de Calle. Llorando sobre el lavado. Le partió el corazón verla así.

Cuando Calle la vio, inmediatamente comenzó a limpiarse las lagrimas con las manos, sin tener ningun resultado debido a la cantidad que estaba llorando. Respiró profundo, como obligándose a detener el llanto, y se dispuso a caminar fuera del baño luego de tomar su telefono. 

Poché la detuvo tomándola suavemente del brazo cuando pasó a su lado.

Poché: Está bien llorar. 

Eso fue lo único que le dijo, fueron sus primeras palabras hacia Ella. Calle la miró, con los ojos rojos y cansados. Poché era un poco más baja que el así que tenía que agachar un poco la cabeza para corresponder su mirada. 

Y como si la frase de la morocha la hubiera detonado, simplemente rompió a llorar sobre sus brazos. Realmente rompió a llorar, parecía que se estaba derrumbando. Pero Poché no iba a dejar que colapsara. Poché odiaba que la gente dijera "no llores" cuando alguien está triste. ¿Cómo no vas a llorar cuando te sientes mal? El llanto es básicamente un remedio para el alma.Y aunque muchos no lo crean, en momentos como este, las palabras también estaban demás. Siempre se cree que las palabras de aliento te hacen sentir mejor, pero cualquiera que haya perdido a un ser querido puede decirte que esa es una mentira terrible. Calle no necesitaba un discurso lastimero como el que la profesora Anne le había dado minutos atrás. Es decir, apreciaba el gesto, pero sabía que no eran palabras reales, sabía que las palabras no iban a salvarlo de colapsar. En cambio el abrazo de Poché.... Calle sintió que por fin  podía liberarse. Sintió que no importara cuanto llorara, no importaba que pareciera que iba desvanecerse, ella no la dejaría caer. Y si se deshacía en lágrimas, ella la sujetaría antes de que se deshiciera entre sus brazos.

 Los brazos de Poché se sentían como el hogar que nunca tuvo. 

Cuando parecía que las lagrimas iban a cesar, Calle rompió a llorar más fuerte.¿No es curioso que usemos la expresión "romper" sólo para el llanto y la risa?Tal vez sean las dos únicas acciones que pueden destruirte. O tal vez las únicas por las que vale la pena hacerse pedazos. 

Poché no soltó el agarre de la chica en ningún momento. Incluso La abrazó más fuerte. Tomó una de sus manos entre las suyas y la observó mientras Ella estaba concentrado en soltar su llanto. 

«Que manos tan curiosas»-pensó 

Eran de un color pálido, un pálido que para los demás (e incluso para la propia Calle) resultaba completamente enfermizo. Pero a Poché  le gustaba ese color, porque era diferente a los que sueles ver en las manos de la gente. No llevaba ningun anillo, y sus uñas estaban sin pintar. Pero fue otra cosa lo que llamó su atención.

 Sus dedos índice y corazón estaban amarillentos y lastimados. Lo amarillo se notaba porque era sencillo contrastarlos al lado de su pálida piel. Y las heridas, aunque pequeñas, ahí estaban.

Poché sabía lo que significaba. Porque ella también lo había pasado. 

Calle era bulímica. 

 Luego de unos minutos más, el llanto de Calle comenzó a detenerse, y lentamente fue soltando el agarre al cuerpo de Poché.

Cuando estaban separadas, se miraron a los ojos.

Calle: Por favor no me preguntes si estoy bien –fue lo primero que dijo.