Turn around, Bright Eyes (#1 Serie Bebés)

Capítulo 5:"Propiedad de Hayley"

-¿Hayley?- le digo a la rubia que me mira desde abajo.

-¿Asel?-dice como si estuviéramos jugando, con una sonrisa que enseña todos sus pequeños dientes.

-¿Dónde está Avril?

Ella frunce el ceño y me mira como si quisiera descifrar quién es Avril. ¿Cómo la llamaba ella? Mami.

-¿Dónde está Mami?- suelta un montón de balbuceos que no sé qué significan. Parece que quiere decir tantas cosas pero no encuentra la forma. Finalmente, suspira pesadamente.-Venga, pasa.- la cojo en brazos cuando está en el interior y cierro la puerta.

-¿Quién era?-pregunta mi abuelo cuando oye que me acerco cada vez más.

Empiezo a quitarle fundas a Hayley, empezando por la pequeña mochila rosa que lleva a la espalda. Quien la haya vestido le ha puesto más capas que una cebolla. Gorro, manoplas, bufanda, abrigo, chaqueta. Todo eso encima de una falda, un jersey, unos leotardos y unas botas. Cada capa que le quito parece más a gusto.

-¿Mejor?- ella asiente con la cabeza y me tiende una de sus manos.- ¿Qué quieres?- señala el coletero y sonríe.-Uh, eso va a ser que no.- empieza a hacer un puchero. Yo se la haría encantado, pero no sé y no quiero hacerle daño al tirarle del pelo.- Ey, no llores. Voy a solucionarlo ahora mismo. ¡Shelley, ven!

-¿¡Para!?

-¡Tú solo ven!

Arrastra la silla y sale al salón, mirando detenidamente a la niña.

-¿Es...?-pregunta y le corto respondiendo.

-Sí, Hayley. Ha llamado al timbre y no la iba a dejar sola.

-¿Y yo qué tengo que hacer?

-Hazle una coleta, es lo que quiere y no quiero que se eche a llorar.- voy a la cocina, dejándolas solas mientras pienso como voy a contactar con Avril.

-¡Asel! ¡No te vaias!-me detengo y me vuelvo a mirarla.

-Vas a estar bien, Shelley te va a hacer la coleta y ahora te traerá adónde voy yo, ¿vale?

-Vaale.- le sonrío y sigo mi camino.

Cuando llego a la cocina, Xav y mis abuelos me miran expectantes.

-Tengo un problema, y no chico. La niña pequeña del otro día ha aparecido en la puerta, no la podía dejar fuera nevando así que la he pasado. Está con Shelley en el salón. No tengo el número de nadie de su familia y no puede explicarme lo que ha pasado, no tiene palabras.

-¡Shelley! ¡Trae a la niña!

En ese momento, ambas aparecen por la puerta. Al final le ha hecho una trenza que deja un mechón suelto; pero no parece importarle ese detalle.

-Cariño, ¿tienes hambre?- le pregunta mi abuela. No la había visto tan dulce desde...nunca. Hayley me mira, preguntándome. Yo asiento, dándole confianza. Después de todo, es al único que conoce.

Miro a Xav, que va a empezar a comer las natillas.

-¿Quieres natillas?

-Shí.

-Xav, dale las natillas.- al ver que Shelley acaba de empezar las que quedaban, se resiste.

-No.

-Sí. Dáselas.

-Hay que compatir.-dice la niña como si lo regañara, moviendo el dedo índice de un lado a otro.

-No.