Capítulo 17: "Negarte algo"

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Mientras Merrit tranquiliza a Avril, una idea circula por mi cabeza y no tardo ni un minuto en ponerla en práctica. Con un gesto les indico que voy a salir fuera a llamar y salgo al rellano, encargándome de cerrar bien la puerta. Marco a mi madre y le digo que prepare la casa para una pequeña celebración y llame a mi abuela para que esté allí en media hora. A continuación llamo a mi prima, diciéndole que esté en media hora en mi casa y lleve a Azeneth. Por último, me comunico con mi, si todo sale bien, mi suegra; le doy mi dirección y le pido que vaya en media hora y que la acompañen Jake y Hayley. A mi mejor amigo le mando un mensaje contándole mis intenciones, seguido de que quiero que me diga en cuanto su avión aterrice en Whasington, ya que mañana empiezan de nuevo sus clases.

En cuanto termino, llamo al timbre y espero que me abren la puerta. Es Avril la que aparece ante mí y la abrazo antes de que diga nada. Enredo mis largos brazos en su cintura y la aprieto contra mí.

— Perdona, tenía que hacer una llamada. ¿Te sientes ya mejor?—susurro en su oído. Ella asiente débilmente.

— Ahora mismo sólo quiero estar contigo.— pego un brinco mentalmente porque eso no es precisamente lo que tengo preparado. En un milisegundo, sopeso la idea de cancelar todo, pero luego me digo ¿ahora que me he decidido a dar el paso me echo atrás? Ni loco.

— ¿Nos vamos entonces?— se despega de mi torso y toma mi mano.— Gracias, Merrit. Nos vemos la semana que viene.— El hombre asiente y nos abre la puerta, esperando a cerrarla hasta que estamos en el ascensor.

El camino hasta mi casa ha sido en silencio total, y cada vez tengo más miedo de lo que pueda pasar. Por eso cuando aparco, hago que me mire.

— Si lo que pasa ahí dentro te incomoda o no te gusta, puedes irte.

— Me estás asustando.— cuando me doy cuenta del matiz que mis palabras han tenido para ella es peligroso, rectifico ridículamente.

— Quiero decir que creo que te gustará, pero si no lo hace...— Avril se ríe de mi nerviosismo y abre la puerta.

— Si no veo lo que es, no sabré si me gusta. ¿Vamos?

Salgo del coche y cuando ella cierra la puerta, bloqueo el coche. Le cojo la mano y la llevo a la puerta de mi casa. Antes de que pueda encajar la llave en la puerta, se abre. Mi madre nos sonríe y nos lleva al salón, preguntándole a Avril que qué tal está y cómo ha ido la sesión. Avril ha pasado tanto tiempo últimamente en mi casa que hace un par de días le contó su historia a grandes rasgos y mi madre se ha molestado en hacerla sentir aún más cómoda y saber más de ella. Total, que ya la tiene como una más de la familia.

En unos segundos nos quitamos los abrigos y los dejamos en la cocina, para luego pasar al salón, donde todos están completamente callados y sonriendo cuando nos ven aparecer.  Un momento que parece eterno es en el que el silencio es el rey de la sala, pero pronto la pequeña princesa lo rompe, como cabría esperar.

— ¡Asel!— se despega del regazo de su madre y viene corriendo hasta mis piernas, a las que se abraza. Me agacho hasta su altura y la aupo, así que cuando llega a mi cara, me da un pequeño beso en la mejilla. Desde aquí parece que es cuando se da cuenta de que su hermana está aquí, porque abre los brazos para irse con ella y la llama— ¡Mami!— Avril la acepta gustosa entre sus brazos y besa su frente.

— ¿Ahora te das cuenta de que estoy aquí, enana?— Hayley achina los ojos y ríe, para luego abrazarse a su hermana.— ¿Qué hacéis todos vosotros aquí? — dice, mirando a todo el salón, aunque a mis abuelos no los conoce.

— Axel nos ha llamado para que viniéramos.—responde mi prima, mandándome una mirada afilada por no decirle que estaba intentándolo con Avril.

Turn around, Bright Eyes (#1 Serie Bebés)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora