Capítulo 55

1K 86 7
                                    

Capítulo 55

Eché otro vistazo al libro abierto casi por la mitad, leí detenidamente los tres primeros pasos con la esperanza de memorizarlos bien y hacer todo correctamente. Jacob caminaba de un lado a otro sacando condimentos de la alacena y estantes.

—No creo que usemos harina, Jake —mire el empaque que dejó frente a mí.

— ¿Qué hay del pastel, Bella? —me miro serio.

—No...

—No es una buena fiesta sin pastel, Bella —frunce el ceño.

—No sé hacer uno —admití.

—Tenemos un libro de recetas. Y yo puedo ayudarte —dijo con entusiasmo.

—De acuerdo. Pero démonos prisa o nada estará listo para la cena.

Dejo el libro abierto por si lo vuelvo a necesitar, mientras tanto voy al lavadero y lavo muy bien mis manos. Cuando es una fecha especial me pongo seria en mis deberes y la verdad es que deseo con toda mi alma que esta noche sea inolvidable. Mis padres se despertaron muy temprano con la intención de montar el árbol de Navidad, se supone que eso se hace con tiempo pero ellos prefirieron usar todos los días anteriores en tener citas para reavivar la llama del amor.

Siento ese agradable sentimiento, algo como un cosquilleo en el pecho y una leve nostalgia. Con Jacob a mi lado como mi ayudante de cocina, mis padres conviviendo bajo un mismo techo sin pelear o hablar en voz alta como supongo lo hacían antes. ¡Ese es el espíritu Navideño!

—Bella —mi madre me sonríe desde la entrada.

—No te preocupes, mamá. Jake y yo haremos la cena —le guiño un ojo y ella se ríe.

—Lo sé, cariño. Solo quería avisarte que Charlie y yo saldremos al supermercado; algunos adornos se han roto y debemos comprar más. ¿Necesitan algo para la cena?

—Estaremos bien. Tenemos todo lo necesario —señalo todos los ingredientes.

—De acuerdo. Volveremos pronto así que no quemen la casa, Bella —advierte en todo divertido.

¡Perfecto! Es la primera vez que cocinaré un pastel y esa debería ser una gran sorpresa para mis padres. También será un gran paso en mi experiencia culinaria. Le pido a Jacob que me pase los utensilios y recipientes necesarios. ¡Manos a la obra!

***

Tomo un libro entre mis manos y lo acerco a mi rostro, soplo la superficie para eliminar la delgada capa de polvo. Levanto la mirada a los demás libros perfectamente acomodados en el librero, probablemente no he leído ni la mitad de todos ellos. Charlie compró el mueble hace muchos años justo unos meses después de haberse casado con mi madre, supuso que sería un buen regalo pues a ella le gusta leer, pero resultó que no tenía libros por lo que se propuso ir comprando algunos hasta que ese se volvió su pasatiempo favorito, aún después del divorcio. Quizá él tampoco haya leído todos los textos.

Me habría encantado ver la reacción de mi madre cuando regresó aquí y vio que Charlie había cumplido uno de sus sueños a pesar de haberlo abandonado. Supongo que esas son las experiencias amorosas que vale la pena tener. No tener miedo a intentarlo de nuevo, aún después de más de diecisiete años. Sorprendente, ¿cierto?

— ¡Polo! —el grito de Jacob me sobresalta. Él me sonríe desde la entrada de la habitación.

—No puedo creer que recuerdes eso —me río.

— ¿Te parece jugarlo una última vez?

— ¿Última vez? —inquiero con duda.

—He visto como vives en L.A, Bella. Y te conozco lo suficiente para saber que no volverás aquí en un buen tiempo —su rostro es taciturno.

Bajo el Mismo TechoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora