Capítulo 58

974 82 6
                                    

Capítulo 58

—El rojo te queda increíble, Bella —insiste Alice dando saltitos por la habitación.

A veces pienso que Alice se toma algo antes de hablar conmigo, tanta energía no es normal en alguien de su tamaño. Rosalie permanece quieta al borde de la cama, sonríe en aprobación al vestuario que Alice me ha colocado a la fuerza. No me veo tan mal después de todo, la falda hace lucir mis piernas y el escote de la blusa puede parecer indecoroso pero en mi se ve bien.

—Pruébate este otro —Alice me extiende otro atuendo y sus ojos me miran suplicantes.

Supuse que Rose querría hablar conmigo de mi corta semana de vacaciones pero no ha dicho casi nada y, a pesar de lucir casi tan entusiasmada como Alice, puedo notar que algo la inquieta. Tomo la ropa y camino al baño para cambiarme de ropa, en mi cabeza ideo un plan para deshacerme de Alice por unos minutos y así poder hablar con mi rubia amiga.

Me dirijo a la habitación a pasos lentos pero cuando estoy por llegar escucho que alguien llama a la puerta. Cambio mi dirección y atiendo a los insistentes golpes, no sé quién podría ser. Edward se fue en cuanto llegaron las chicas y no dijo nada sobre volver, además él tiene su propio juego de llaves. Emmett no ha venido aquí nunca ya que su hermana sigue sin aceptarlo. Abro la puerta y...

— ¿Hola? —el chico allí parado es un completo desconocido para mí.

— ¡Peter! —me giro hacia la voz entusiasta de Alice. La pequeña chica corre a los brazos del visitante para luego dar un dulce beso en sus labios.

Y así de sencillo quedo en segundo plano, observo la romántica escena sin poder evitar sentirme sorprendida. Siempre creí que el único amor de Alice sería la moda, nunca parecía sentirse atraída a los hombres. ¿De dónde ha venido esto?

—Te alcanzo en un par de minutos, solo iré por mi bolso —susurra mi amiga. El chico ahora conocido como Peter asiente y la besa de nuevo antes de alejarse.

Alice suspira como una adolescente enamorada, entrelaza sus manos y las lleva a su pecho mientras me mira con una enorme sonrisa dejando ambas mejillas bien estiradas. Cruzo mis brazos y enarco una ceja en su dirección.

—Solo es un amigo —responde tratando de restarle importancia.

—Los amigos no se besan.

— ¡Debo irme! —Se da media vuelta y la sigo a su habitación—. El desfile improvisado termino. ¡Tengo una cita!

Toma su bolso y huye de nuestras preguntas antes de que estas sean formuladas e incluso pensadas. Tardo unos segundos en darme cuenta que mi boca esta entreabierta y miro la puerta estupefacta.

—Si sirve de algo, yo estoy tan sorprendida como tú —dice Rosalie—. Supongo que se cansó de ser la única soltera en el grupo.

No culpo a mi amiga por sentirse sola, me parece justo que ella este con su media naranja mientras Rose y yo estamos con sus hermanos. Es algo extraño ahora que lo pienso pero tal parece que ya no le molesta demasiado. Solo espero que algún día podamos salir en una cita triple, siempre quise tener una cita doble pero con tres parejas debe ser como diversión asegurada. Se lo propondré cuando regrese.

En ese momento mis pensamientos vuelan directo a la rubia que me mira pensativa desde la cama. Es hora de hacerla hablar sin importar lo que me cueste, ella suele ser más reacia a soltar sus pensamientos.

— ¿Qué ocurre?

Ella esquiva mi mirada cuando me siento a su lado.

—Te lo sacaré de todos modos, Rosie —bajo la cabeza para poder cruzar mi mirada con la de ella.

Bajo el Mismo TechoWhere stories live. Discover now