15. Acampada y centro comercial.

2.9K 192 1
                                    

Camine directo hacia la puerta de entrada. Esta puta fiesta era una mierda. Dylan y yo estábamos demasiado borrachos, por consecuencia, nos besamos. Solo eso. No siento ningún tipo de atracción física, mental o sexual hacia Dylan Montesco.

— Brooklyn —Me di vuelta, para quedar en frente a Dylan. Por segunda vez esta noche.

— ¿Qué quieres?

— ¿Ya te ibas?

— Si. Esto está del asco. He asistido a fiestas mejores. Ya se está acabando la comida y la bebida y... Mira los estupidos solo bailan ahí como zombies —dije observando cómo todos bailaban Two of Hearts. Era divertido porque de verdad parecían zombies.

— Esto recién empieza Brooklyn Capuleto.

— No me interesa Dylan Montesco.

— No es divertido pelear con otra persona que no seas tú Brooklyn Capuleto —me guiñó el ojo. Yo me limité a hablar de nuevo. Salí de la estúpida fiesta, volviendo hacia mi casa.

...

Domingo de pesca en familia.

Se podía reducir en asco, para mí.

Papá y mamá habían traído a unos amigos, ya que hace mucho que no los veíamos. Jack and Jill, eran muy graciosos. Eran ingleses, mucha clase. Los consideraba mis tíos. Ellos tenían bastante dinero. Estaban, al igual que nosotros, en una buena posición económica. No diré ricos porque bueno... Bueno, si ricos. Como nosotros.

Ellos tenían dos hijos: uno de mi edad, William, que parecía uno de esos súper modelos sacado de una revista, o al menos su atuendo y su cara decían eso; y luego estaba, Valerie, que tenía la edad de Felipe, ella se divertía mucho con mi hermano.

— Cariño, pásame la caña que está junto a ti —dijo mi padre a lo lejos. Yo le pasé la caña y di una pequeña sonrisita. El estaba junto a Jack. Ellos reían como locos recordando viejos momentos—. Y la carnada que está por allí.

Yo me limité a contestar. Solo lo miré y vi la carnada, le puse una cara de asco, como para que se de cuenta que no podía. El me miró con cara seria y movió sus labios diciendo un "por favor".

William se acercó a mí y tomó la cubeta, llevándola a donde nuestros padres estaban. Luego volvió y se sentó a mi lado.

— ¿Es mejor así? —Lo miré y sonreí asintiendo.— Se que es asqueroso cargar un balde con gusanos. Salimos de pesca seguido así que ya estoy acostumbrado.

— Entiendo. Yo no podría. Odio todo tipo de... Bichos. Sobretodo, las cosas bizcosas y pegajosas que se arrastran dejando baba —Traté de disimular la arcada que me dió al tener esa imagen del gusano en mi cabeza —William rió y cuando paró su carcajada me miró.— Bueno, creo iré adentro a ayudar a nuestras madres con la comida.

Corrí rápido hasta llegar a la pequeña cabaña que estábamos alquilando por tres días con los Flickers. Si, estaríamos tres aquí con ellos. Entré a la cocina, donde estaba Jill y mi madre.

— Oh querida, que bueno que llegaste. Le contaba a Jill que ya te estás por graduar.

— Willy también, estoy tan emocionada —dijo Jill secando una lágrima que caía por su mejilla. No sabía si esta era falsa o verdadera, ya que estaba cortando cebolla.

— ¡Qué no me digas Willy! —dijo William entrando por la puerta.

Ya había vivido esta situación, siempre me causaba risa. Con los Flickers nos vemos desde que tengo memoria. Nuestros padres son amigos de toda la vida. Solo que he perdido un poco de confianza con Will, supongo que de niños hacíamos un millón de travesuras que eran incontables, y ahora, al no vernos tanto... Los dos hemos madurado.

Familias en Guerra.Where stories live. Discover now