5. "Es una jodida loca."

16.3K 574 50
                                    

Se acercaba el final de la clase.

No sé por qué presentía que este idiota iba a hacer algo para que vaya a la cafetería y eso me ponía nerviosa.

Estuve los últimos 15 minutos imaginando maneras de que yo aparezca en la cafetería. Seguramente me subiría arriba de su hombro y me llevaría a la fuerza.

Demonios no, no.

Sonó la campana.

-Muy bien alumnos, antes de retirarse quería recordarles que este último semestre leeremos Orgullo y Prejuicio de Jane Austen- Toda la clase se empezó a quejar. Genial. Ese libro era simplemente genial.- No me importan sus quejidos. La clase que viene quiero arriba de sus pupitres una copia del libro. Sin falta. Sin excusas. -Amenazó.

Estaba guardando mis cosas para alejarme de allí lo más rápido posible cuando de repente me susurró al oído:

-10:00am. Cafetería. No lo olvides.- me guiñó un ojo. ¿¡Que demon...!?

-Sí, sí, púdrete.

-¡Hey,Cas! ¿Vendrás con nosotros?- Me preguntó Allison mientras me observaba guardar mis cosas.

-Sí,por supuesto. ¿Tienes que ir a sacar fotocopias o algo?

-No, encargamos unas donuts en la cafetería. Son deliciosas como el demonio. ¡Tienes que probarlas!

No, no, no, no.

-Oh, ejm...- Traté de buscar una mentirita rápida. No era buena con las mentiritas rápidas. Ni con las mentiras.- Yo... Yo estoy haciendo una dieta muy estricta, ya sabes, cosas de chicas.- Traté de que sonara lo más natural.

-¿Estas jodidamente bromeando conmigo? Tienes un cuerpo de muerte, Cass,no engordaras por comer una donut.- Replicó.- Vamos,no tienes escapatoria a las mejores donuts que probarás en tu vida.- Añadió.

Genial. No tenía escapatoria. Él estaría esperando creyendo que fui por su jodido café.
Forcejee con Allison hasta que llegamos a la cafetería. Miré para todos lados y milagrosamente no lo había vis...

Ahí estaba en una mesa. Con su sonrisa de te dije que estarías aquí.

Mientas Allison y Jasper esperaban por ser atendidos me acerqué a él.

-Borra tu estúpida sonrisa de la cara porque no vine por tí.- Le advertí.

-Ah, ¿No? ¿Y qué haces hablando conmigo entonces?- Su sonrisa se agrandó.

Buen punto.

-Sólo te lo recordaba. Estoy aquí porque mis amigos me trajeron a la fuerza. Eso es todo.

Cuando estaba dispuesta a ir por mis amigos veo que dos cafés llegaron.

-Gracias.- La chica se puso algo ruborizada y se retiró.

-Llegaron nuestros cafés. Ahora siéntate y acompañame.- sonrió tomando un sorbo.

-Ya te dije que estoy aquí con mis amigos. No los dejaré.- Repetí.

-Bueno, ellos parecen estar bien solos.- Miró en dirección a ellos.

-Cuando me di vuelta los vi riendo y hablando muy cómodamente.

-Sólo 5 minutos y me iré.- ¿¡Qué!? ¿En serio había aceptado a tomar un café con él?

-Cinco minutos son suficientes. Gracias.

-¿Suficientes para qué? - Pregunté confusa.

-Para saber si detrás de ese mal humor hay alguna sonrisa.

Prohibido Llamarte Mío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora