Se acercaba el final de la clase.
No sé por qué presentía que este idiota iba a hacer algo para que vaya a la cafetería y eso me ponía nerviosa.
Estuve los últimos 15 minutos imaginando maneras de que yo aparezca en la cafetería. Seguramente me subiría arriba de su hombro y me llevaría a la fuerza.
Demonios no, no.
Sonó la campana.
-Muy bien alumnos, antes de retirarse quería recordarles que este último semestre leeremos Orgullo y Prejuicio de Jane Austen- Toda la clase se empezó a quejar. Genial. Ese libro era simplemente genial.- No me importan sus quejidos. La clase que viene quiero arriba de sus pupitres una copia del libro. Sin falta. Sin excusas. -Amenazó.
Estaba guardando mis cosas para alejarme de allí lo más rápido posible cuando de repente me susurró al oído:
-10:00am. Cafetería. No lo olvides.- me guiñó un ojo. ¿¡Que demon...!?
-Sí, sí, púdrete.
-¡Hey,Cas! ¿Vendrás con nosotros?- Me preguntó Allison mientras me observaba guardar mis cosas.
-Sí,por supuesto. ¿Tienes que ir a sacar fotocopias o algo?
-No, encargamos unas donuts en la cafetería. Son deliciosas como el demonio. ¡Tienes que probarlas!
No, no, no, no.
-Oh, ejm...- Traté de buscar una mentirita rápida. No era buena con las mentiritas rápidas. Ni con las mentiras.- Yo... Yo estoy haciendo una dieta muy estricta, ya sabes, cosas de chicas.- Traté de que sonara lo más natural.
-¿Estas jodidamente bromeando conmigo? Tienes un cuerpo de muerte, Cass,no engordaras por comer una donut.- Replicó.- Vamos,no tienes escapatoria a las mejores donuts que probarás en tu vida.- Añadió.
Genial. No tenía escapatoria. Él estaría esperando creyendo que fui por su jodido café.
Forcejee con Allison hasta que llegamos a la cafetería. Miré para todos lados y milagrosamente no lo había vis...Ahí estaba en una mesa. Con su sonrisa de te dije que estarías aquí.
Mientas Allison y Jasper esperaban por ser atendidos me acerqué a él.
-Borra tu estúpida sonrisa de la cara porque no vine por tí.- Le advertí.
-Ah, ¿No? ¿Y qué haces hablando conmigo entonces?- Su sonrisa se agrandó.
Buen punto.
-Sólo te lo recordaba. Estoy aquí porque mis amigos me trajeron a la fuerza. Eso es todo.
Cuando estaba dispuesta a ir por mis amigos veo que dos cafés llegaron.
-Gracias.- La chica se puso algo ruborizada y se retiró.
-Llegaron nuestros cafés. Ahora siéntate y acompañame.- sonrió tomando un sorbo.
-Ya te dije que estoy aquí con mis amigos. No los dejaré.- Repetí.
-Bueno, ellos parecen estar bien solos.- Miró en dirección a ellos.
-Cuando me di vuelta los vi riendo y hablando muy cómodamente.
-Sólo 5 minutos y me iré.- ¿¡Qué!? ¿En serio había aceptado a tomar un café con él?
-Cinco minutos son suficientes. Gracias.
-¿Suficientes para qué? - Pregunté confusa.
-Para saber si detrás de ese mal humor hay alguna sonrisa.
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Prohibido Llamarte Mío.
RomanceÉl, el típico popular del colegio, mujeriego, el chico de todas. Ella, marginada del grupo social popular por... Por ser ella misma. Trenton la fastidiaba para enojarla como a la mayoría de las chicas, sin saber que esas discusiones lo terminaría vo...