Prohibido Llamarte Mío.

23. "Y se fue."

Narra Cassie Hale:

Día lunes.

Comunmente, lo que mas me estresaría de este día era el volver a repetir la misma aburrida y monótona rutina de todas las semanas, pero hoy era diferente.
¿Alguien me explica cómo demonios haría hoy para enfrentarme a Trenton?
Después de todo lo que sabía de él no tenía la menor idea de lo que le iba a decir, si es que me saldría algo coherente de la boca.

Nunca creí que me volvería a sentir tan estúpida en mi vida otra vez. Todo este lío era sólo por mí, si yo no hubiese permitido a Trenton llegar más allá todo este problema en mi cabeza no hubiese existido. Pero estas cosas pasan cuando intentas descongelar tus sentimientos.

Me levanté a regañadientes e hice todo lo que hago todas las mañanas, pero cuando me acerqué al espejo pude notar lo hinchados y rojos que estaban mis ojos a causa de las malditas lágrimas que se me escaparon anoche.
Bajé lo más tarde que pude para no tener tiempo de desayunar y que mamá no me haga preguntas por cómo lucía mi rostro, me había maquillado lo suficientemente bien para pasar desapercibida pero a mamá jamás le pasaba algo desapercibido.

Apenas llegué a la puerta de la escuela localicé a mis amigos discutiendo por unos libros en una esquina. Mi plan era centrar mis cinco sentidos en eso pero instintivamente mi mirada se dirigió a los alrededores en busca de una cara familiar, Trenton, por supuesto.
Para mi desgracia él estaba con sus amigos contra la pared hablando a mi izquierda, pero estaba lo suficientemente lejos como para acercarse a mi sin darme tiempo a huir.
Lo miré y mis ojos se encontraron con los suyos. Sentí mi boca secarse al igual que mi cargante y mi estómago se contrajo en un horrible y doloroso nudo. Él mismo era el que le había roto el corazón a la única persona que se acercó a mi desde que me mudé, y no podría perdonarselo. Tragué saliva para recomponerme y seguí mi camino.

-Hola chicos. -Traté de fingir que todo estaba más que bien.

-Que hay Cass. -Saludó Jasper.

-¿Estás bien? - fue lo primero que salió de la boca de Allison.

Mierda.

-Sí, ¿Por qué lo dices?

-Nada, sólo que te noto un poco triste. -Añadió.

-Oh, es que hoy tuve una pequeña pelea con mamá, ya sabes, cosas de madre e hija. -Me excusé, y parece haber funcionado porque nos dirigimos a la primera clase sin volver a tocar el tema.

Narra Trenton McCall:

Maldición.

Definitivamente no odiaba los lunes. Obviamente no era mi día preferido de la semana, pero tampoco lo odiaba como lo hacían la mayoría de las personas.
Pero éste lunes era la excepción.

-En serio hermano, ¡No puedes cambiarme la chica sólo porque te dan ganas y ya!

-En serio Pete, ya te dije que tenía que hablar con Cassie, y si no lo hacía durante el campamento no lo iba a hacer nunca. Déjalo estar. -Bufé.

-¡Es que eres un maldito grano en el culo! ¡Tú y tus malditos caprichos de chico malo! - Levantó la voz.

-Y yo te dije que lo dejes estar, no estoy de humor para estas estupideces ahora.

Luke y Bill sólo nos observaban. Traté con todas mis fuerzas mantener la calma y no levantar mi puño y romperle los dientes, así que dirigí mi mirada para otro lado y allí estaba ella. Ahí estaba Cassie caminando con cierta expresión de ¿Tristeza?
Dirigió su vista hacia mí y se encontró con la mía. Le sonreí en modo de saludo y noté como su cuerpo se encogía ligeramente y ella hacía todo lo posible para mantener la compostura, hasta que dirigió la mirada hacia el frente y siguió su camino.
Realmente estaba confundido, ¿Había hecho algo malo y no me enteré? No lo sé, y definitivamente lo averiguaría hoy.