Consejos para un soñador ©

Vacío

¿Alguna vez has sentido como si tu vida no tuviera sentido? ¿Como si no fueras importante en esta vida? Es ese hoyo que ocupa espacio en tu interior, ese vacío que no te deja respirar, que te asfixia y te consume.
Es el vacío de tus penas, de tu dolor, de tus miedos y de tus errores. Y a veces ese vacío te hace sentir tan...extraño. Como si tu vida fuera la equivocada, porque nunca estuvo destinada para ti; como si hubiera caído en las manos equivocadas. Te hace sentir ajeno a este mundo. A veces incluso te hace pensar que no eres importante, y que, efectivamente, nunca lo has sido.
En ocasiones te hace creer que todo lo que sientes es la verdad de tu cruel realidad, y te convence de aceptarla. Pero hay algo que aún no captas después de todo ese laberinto, de esa historia interminable que has ido forjando junto con el vacío.
La realidad es que ese vacío nunca ha existido. Has sido tú el que se ha creído semejante cosa. Es un producto de tu imaginación. No es un vacío lo que sientes, es soledad. Y a veces la soledad no depende de cómo te hacen sentir las personas, sino de cómo decides sentirte tú.
Dicen que la soledad no es motivo de tristeza, es motivo de regocijo, porque es cuando uno se encuentra consigo mismo. A veces sentirse solos es normal, pero de cómo te sientas dependerá sólo de ti.
No aceptes a la primera casarte con el vacío, porque estarás aceptando vivir entre engaños, entre tus propias mentiras.
No cometas el error de engañarte a ti mismo, porque finalmente serás tú el que te pondrás los obstáculos que tratarán de impedir que cumplas eso que tanto anhelas.