Sette

1.1K 152 20
                                    


La naturaleza es fantástica, no sólo te crea arte con cada color y forma que tiene, sino, responde al destino con un tributo al que llamamos coincidencia. Y si no fuera porque las cosas estaban bastante oscuras desde entonces, el cielo de ninguna manera se hubiera puesto a llorar.

Estaba lloviendo aun en verano, el frío había entrado en todo Seúl tomándolos de sorpresa con una tormenta, no era tan grande, pero si lo suficiente desastrosa como para dejar las calles libres de cualquier persona. YiXing y ChanYeol llegan a un acuerdo, el chino no se siente muy seguro de haber dado cierta tregua, pero JongIn, insistiendo en que debía pensar también en la felicidad de aquella pareja, terminó por aceptar que no debía haber una separación.

Era ya muy tarde para regresar a casa y ChanYeol había estado llorando toda la madrugada hablando de ese tiempo en que no estuvo con BaekHyun, esta fue otra forma de convencer a YiXing de que en verdad quería a su amigo. Al salir la pareja de novios decide invitar a ChanYeol a pasar la noche en su casa, ambos compartieron que su pequeña EunJi se encuentra con las hermanas de JongIn y la casa está libre, sin más alternativas ya que está muy ebrio, ChanYeol acepta la oferta y duerme en la cama pequeña, pero cómoda, de su sobrina.

A las nueve y quince de la mañana, el móvil de ChanYeol vibra haciéndole llegar un mensaje.

Baek:

¿Dónde estás?

El chico teclea sobre la pantalla táctil un texto, avisándole a su novio que se ha quedado en casa de YiXing y JongIn a dormir, pasan tal vez tres minutos antes de que BaekHyun responda.

Baek:

No te muevas de ahí, llegaré en veinte minutos.

ChanYeol pregunta si sucede algo, pero no recibe respuesta, la cabeza le duele un poco así que no insiste por ello. Minutos más tarde JongIn asoma su cabeza por la puerta sonriendo a su invitado, el más alto busca rápido con que vestirse.

— Parece que la mañana está fría –Dice JongIn pasando una sudadera a ChanYeol- YiXing ha preparado el desayuno, cuando quieras estaremos en la cocina.

— Gracias.

— No hay porque –el moreno da unos pasos hacia la puerta antes de que sea detenido por ChanYeol-

— ¿Puedo preguntarte algo?

— ¿Tiene que ver con matemáticas?

— ¿Eres malo en ellas?

— No, realmente soy un genio, por eso quiero saber –ambos ríen un poco hasta que el moreno toma asiento en el escritorio que su hija usa para dibujar- Pregunta.

— Tú... ¿de qué forma te has dado cuenta que YiXing es el indicado? –Quien está por responder hace una pausa, mira al suelo y ríe para él mismo teniendo las palabras en sus labios, listas para salir.-

— Supe que era el amor de mi vida, cuando hizo infinito mi límite.

ChanYeol observa la sonrisa tan auténtica que es regalada por ese par de labios gruesos que forman una de las formas más bonitas y sinceras que se le asignan a los seres humanos y más a los enamorados. El moreno le da unas palmadas en la espalda antes de salir de la habitación, es esa fracción de tiempo en la que todo en la cabeza de ChanYeol empieza a moverse de la forma más estructurada para darle la respuesta de la vida, del amor.

El desayuno se llena de anécdotas de las que han pasado ya diez años, afuera la lluvia sigue siendo parte del ambiente y a pesar de hacer frío, adentro la calidez no se compara. YiXing cuenta junto a ChanYeol sus experiencias en la universidad en la que se han conocido, luego de cómo ha presentado a su amigo de escuela al chico que una vez encuentra en una cafetería, JongIn que es quien escucha todo, opina que su novio se ha vuelto un chico de casa cuando lo conoce y que no hay forma de que vuelva a ser tan rebelde como antes. Entre sus pláticas ChanYeol se da cuenta de las caricias esporádicas que sus amigos se regalan, un roce pequeño entre sus manos, a veces de sus hombros y muchos con cortos besos que el más alto de ellos empieza a envidiar, extraña a BaekHyun y ahora con todo tan claro en su cabeza, desea hacer de todo su tiempo juntos un mimo, una caricia, detalles que le hagan sonreír, de la misma forma en que JongIn hace que YiXing le sonría.

Cien días sin ChanYeol »ChanBaekWhere stories live. Discover now