Nada fácil

~Capítulo 7 (re-subido)

~Capítulo 7

Llevaban unos quince minutos mirando cada uno en su ordenador posibles ideas para llevar a cabo el trabajo de investigación. Nadie hablaba. Pablo no quitaba la vista de su ordenador des de que lo había encendido y Marian de vez en cuando le miraba por el rabillo del ojo, frunciendo el ceño sin ver alguno posible idea.

-Esto es una mierda. – susurró Marian echándose para atrás la silla y recogiendo su pelo en un moño suelto.

-Calla, estoy buscando. Y no te quejes tanto y trabaja más. – le respondió Pablo sin  apartar la vista del aparato.

Por lo visto, el rubio cuando se ponía a hacer trabajos no habia quien le parara. Se ponía manos a la obra tan a fondo que no le importaba otra cosa más. Ella volvió a fruncir el ceño y bufo molesta, levantándose de la silla. Se acercó a una pequeña radio que tenía en el salón y la encendió. Al momento se escuchó la voz de un hombre dando las noticias sobre la actual economía del país.

-¿Qué haces poniendo la radio?  Deja de perder el tiempo. – se quejó el rubio.

-¿Quieres parar de quejarte? Quiero escuchar lo que dicen.

-¿Y tú te quieres centrar? Tenemos que hacer un trabajo.

Marian no quiso decirle más y se centró en la radio mientras que Pablo le fulminaba con la mirada. Entonces, Marian abrió los ojos y miro al chico con una sonrisa que abarcaba toda la cara.

-¡Ya está! – dijo ella sentándose otra vez en la silla mirando a Pablo.

-Ya está ¿el qué? – pregunto él sin entender.

-¡Que ya se dé que podemos hacer el trabajo!

-Pues venga, ilumíname con tu sabiduría. – dijo con guasa el rubio, volviendo a ser el chico de siempre, sonando irónico.

Marian, después de fulminarle con la mirada respiro hondo y lo soltó.

-La crisis.

-¿Qué pasa con la crisis?

-¡Que ese puede ser el tema de investigación! La crisis económica, los desalojos de las viviendas, los políticos corruptos… ¡es genial!

-Mmm… - Pablo se pasó la mano por la barbilla, pensando. – por una vez, has tenido una buena idea.

-Yo siempre tengo buenas ideas.

El rubio soltó una carcajada. –  ¿De verdad? Eso aún está en duda.

-¿Qué quieres decir? – pregunto la rubia entrecerrando los ojos.