~Capítulo 19

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~Capítulo 19

Marian miraba al techo mientras solo una sábana tapaba su desnudez. Miro hacia su lado y ahí estaba Pablo, completamente desnudo y dormido, en su cama. Como ella había pensado, se estaba arrepintiendo de lo que acababa de hacer. No podía mentir que no le había gustado porque las habilidades del mujeriego de Pablo se habían puesto en práctica pero…aún tenía en la cabeza las palabras que le había dicho a Pablo en apenas un susurro cuando llegaba al clímax. Ella sabía que lo había dicho por el momento y que ni tan siquiera había pensado en lo que iba a decir pero lo soltó. Todo era tan complicado…y también tenía otra preocupación. Ella sabía que Pablo le gustaba pero, ¿quería llegar a más? Vale si, le gustaba pero una parte suya seguía odiándolo por cómo era.

Así siguió Marian, pensando, hasta que un cuerpo se removió al lado suyo.

El rubio abrió los ojos poco a poco y vio como Marian estaba sumida en sus pensamientos, sin dejar de mirar al techo.

Se puso de lado, apoyando una mano en su cabeza, sin dejar de mirarla.

-Hola.-soltó flojito.

Marian no se había dado cuenta que el chico se había despertado y rápidamente giro su vista hacia él, que tenía una sonrisa de niño pequeño.

-Hey.-le devolvió Marian el saludo.

-¿Pasa algo?-pregunto preocupado.

-Sí que pasa. Me estoy arrepintiendo.-le dijo con sinceridad la chica.

-¿Lo he hecho mal? Porque, que yo sepa o por lo menos lo que me decían las otras chicas con las que me acostaba que era una fiera…

-No es eso.-le corto Marian.

-¿Entonces qué?

-Yo no quiero nada con nadie. No quiero ni novio, ni flores, ni bombones, ni palabras bonitas, ni todas esas cosas.

-¿De qué hablas ahora? ¿Qué tiene que ver que me acueste contigo con que quiera ser tu novio?

-¿Cómo?-pregunto Marian sin entender.

-Pues que nos hemos acostado, ya está.

-¿De verdad que no quieres nada más serio?

-¿Acaso tú lo quieres?

Marian dudo unos momentos pero al final sonrió abiertamente para darle un abrazo por impulso.

-No, no lo quiero. ¡Me has puesto en un aprieto!-dijo la rubia soltando una carcajada.

Pablo sonrió amargamente sin que ella le viera. No sabía si quería algo más serio. Marian le empezaba a gustar mucho y en parte, le daba mucha rabia. El al principio odiaba a esa chica, por cómo era, por como pasaba de él, no le miraba con ganas de comérselo enterito, le miraba hasta con asco. ¿Por qué mierdas se había fijado en ella? Ah sí, una conquista más. Pero ahora no sabía si quería que ella fuera eso pero por lo visto, Marian tenía muy claro eso de las relaciones. No quería nada. Nada que no fuese pasar un buen rato en la cama, claro. Una parte de su interior, estaba decepcionado y por otra parte, estaba aliviado porque Marian no fuera de esas chicas que se te pegan como una lapa después de hacerlo.

Nada fácilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora