Capitulo 3

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¿Pensaron que se me había olvidado esta historia? Pues claro que si :D

Es broma, claro que no, además ¿Cómo puedo hacerlo si hay imágenes tan lindas? En especial si encuentro de imágenes de Bill pequeño con el pequeño ciervo XD.

Sin perder el tiempo, he aquí el capitulo :D espero que sea de su agrado- ya he puesto dos caritas felices D: ¿Qué me pasa?

En el tiempo que habían estado en el bosque Bill se preguntaba cómo sería el hogar de aquella extraña criatura. Había pensado es muchas posibilidades de como seria eso, pero pronto eso fue dejándolo en segundo plano cuando pensó en las posibilidades de que clases de criaturas serían los demás miembros de la familia de aquel mitad ciervo. Partiendo de que la sirena era su hermana por una extraña y bizarra razón. Todo era posible y también su trasero estaba en peligro.

Pero al demonio, su trasero estaba en peligro desde el momento en que había sido abandonado por sus propios padres. Sus padres, pensó e inconscientemente se abrazó con más fuerza de Dipper que le miro por un poco de reojo al humano.

— ¿Estas bien? Ya casi llegamos a casa— dijo pues veía que el chico estaba triste.

—Pues que bien. Que tu espalda es demasiado incómoda— se quejaba.

—Puedes caminar si te parece mejor— se quejó Dipper sintiendo como le abrazaban con más fuerza.

—No puedo— se excusó acomodándose.

—Como quieras— rodo los ojos viendo a los lejos su hogar— ya llegamos— anuncio. Bill miro la cabaña que estaba frente a ellos. Parecía una cabaña normal, de hecho se veía más decente a la que vivía.

No le dio tiempo de contestar nada cuando escucho unos ruidos detrás de él. Volteo de inmediato a ver dónde provenía aquel ruido quedando helado al ver a la criatura que estaba en sus espaldas. La poca iluminación ayudaba en darle un toque terrorífico a la criatura que se acercaba lentamente hacia él.

—Voy a morir— dijo apenas el rubio para ver como el ciervo se ponía delante de él, parecía algo nervioso, pero no asustado— ¿Qué estás haciendo?— pregunto aun retrocediendo lentamente.

—Él no es malo, tío Ford, debes calmarte— dijo Dipper, ignorando por completo al rubio que se quedó en shock ¿Cómo podía ser su tío una especie de león con grandes alas? Bueno, su hermana era una sirena, no entendía porque a ese punto se sorprendía.

—Sera mejor que te apartes, Dipper— dijo, después de todo ese humano era como todos, un poco más pequeño pero peligroso.

—Pero esta solo— insistió el pequeño.

El grifo miro por encima de su sobrino al humano que había dejado de temblar pero que aún conservaba su rostro aterrado. Tal vez tenía razón, pero tampoco podía bajar la guardia. Debía de confiar en Dipper.

—Bien— acepto haciendo que Dipper soltara un suspiro de alivio— hay que entrar a la cabaña está oscureciendo— dijo esperando a que fuera. El bosque de noche no era un gran problema para él, sin embargo con Dipper las cosas eran diferentes más aun con ese humano a cuestas.

El chico mitad ciervo asintió para ayudar a Bill a levantarse. Sin que nadie le hubiera dicho nada se subió de nuevo en su lomo para abrazarse con fuerza a él.

...

—Entonces ¿si serás nuestra mascota?— preguntaba Mabel que le miraba a una distancia prudente, no porque ella lo quería sino porque su privada piscina estaba alejada y no podía hacer nada al respecto. Algo que mantenía tranquilo a Bill.

En el bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora