Capitulo 8

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Cuando Dipper despertó lo primero que sintió fue una mezcla de dolor y confort en su cabeza. Lentamente abrió su ojos, sintiendo una ligera migraña por los rayos de sol ¿Por qué estaba dormido en medio del bosque? Claramente, la mitad de su ser era el de un animal, pero eso no significaba del todo, tenía un hogar. De repente y como de un golpe se tratara, comenzó a recordar; la trampa de la cual había caído.

Sintiendo pánico se levantó para ver a Bill sentando de rodillas viéndole sorprendido; parecía que estaba dormido en sus piernas y... ¿Bill? Parecía más grande, aunque no tanto. Tampoco había cambiado demasiado.

— ¡Bill!— sin poder contenerse le abrazo con todas sus fuerzas, levantándole— ¿realmente eres tú? Te he extrañado demasiado.

—Me... no puedo respirar— apenas pudo hablar, la fuerza que aplicaba era demasiada para él.

—Lo siento— le soltó para reír nervioso— es que solo...estoy demasiado emocionado al verte— sus mejillas se tornaron un poco rojos— ha pasado ya varios años y pensaba que algo malo te había pasado.

—No te equivocas tanto— sonrió con amargura llamando la atención de Dipper que no entendió a que refería— yo también me alegro de volverte a ver.

— ¿Por qué dices eso?— arqueo una ceja, confundido pero el rubio negó indicando que no quería hablar de eso— puedes decirme lo que quieras.

—Eso no importa, de hecho hay algo más importante que tengo que decirte— tomo aire— todos ustedes están en peligro. Los cazadores que estuvieron antes regresaron y — se mordió el labio ¿Qué pensaría de él si le dijera que tuvo que llevarlos?

—Eso ya lo sé, Bill, por eso salí — el mencionado le miro sin entender— me prohibieron salir, pero no hice caso, tenía esperanza de que posiblemente vendrías con ellos.

—Es muy predecible— rio nervioso para verlo enojado— tú no debiste salir, es demasiado peligroso.

—Mira quien lo dice— Bill sintió que sufriría una aneurisma en esos momentos— ven conmigo a la cabaña. Nada te hará daño si vuelves— ¿acaso se le notaba lo malo que estaba pasando? Sabía que ya no podía volver ¿Por qué ahora se tenía que poner de necio? Él terco era él, joder.

—Tú no lo entiendes, es demasiado peligroso y yo no puedo regresar — empezó a retroceder ¿Dónde estarían John y Jeff?

—Pero ¿Qué dices?

—Yo tengo que volver con los humanos, debo asegurarme que no vuelvan al bosque, además yo pertenezco ahí ¿no?

—Tú no tienes que hacer nada, además siempre has pertenecido aquí— se detuvo su hablara para poner agudo su audición. Algo no iba bien. Los cazadores— vuelve a la cabaña, en serio es por tu bien, yo...

—No— negó ¿estaba pensando lo que él estaba pensando?— tu no iras con ellos— corrió abrazarlo de su torso — yo no voy a permitirlo.

—Pues bien— sintiendo como le abrazaba con fuerza hizo que se subiera a su lomo para correr a la cabaña— entonces nos iremos los dos.

— ¡¿Qué crees que haces?!

—Protegerte— fue lo único que dijo. Para su suerte la cabaña no estaba demasiado lejos. La puerta trasera estaba entreabierta por lo que entrar no fue tarea difícil. Con cuidado bajo a Bill para cerrar le puerta.

—Será mejor que me dejes salir— gruño molesto.

—Claro que no, no te iras de nuevo— Bill bufo molesto. No debía permanecer mucho tiempo, tenía que salir de algún modo. Algo le decía que algo demasiado malo iba a ocurrir.

En el bosqueWhere stories live. Discover now