¿Qué le has hecho a mi vida?

Capitulo 52

Melissa

Después de mostrar mis debilidades, como una pendeja, a Arturo, entramos a la habitación donde como 8 o más chicas se giraron a mirarnos en cuanto entramos.

- Puedes sentarte ahí –Arturo señalo una silla fuera de otro círculo de sillas al centro

- Bien ¿A quién vamos a invocar hoy? Traigo actitud satánica Arthur –Era la preciosísima chica pálida que me había hablado en la mañana

- Muy graciosa Gisela –Arturo ni se inmuto– Pasa

- ¿Y la flaca no entra al rito satánico? –Dijo Gisela a Arturo señalándome y sonriendo

- Hoy no, su nombre es Melissa y conoces las reglas –"No llamar con apodos a los compañeros" Recordé

Comenzó la sesión y hablaron de cosas variadas, parecían ser extremadamente amables unas con otras y en efecto nadie juzgaba a nadie. Arturo parecía ser parte de la vida de cada una de ellas y hablaban con naturalidad me preguntaba si algún día sucedería lo mismo conmigo.

- Oye Arturo ¿Recuerdas el ejercicio de confianza? El típico, deberíamos hacerlo –Dijo una chica morenita ante el "nos sobran 30 min"

- ¿Real? –Soltó Gisela con cara de fuchi

- Pero la amargas llegó –Dijo burlona otra chica a Gisela

- Basta chicas, pongámonos en parejas y lo hacemos igual nos sobra tiempo –Ellas hicieron parejas y yo observaba divertida como se dejaban caer unas en brazos de otras– Inténtalo –Arturo me tendió la mano

- No, no sé –Dije nerviosa

- Vamos, es un ejercicio simple –Dijo haciéndome levantar de la silla

Me pare delante de él, dándole la espalda.

- Déjate caer –Me puse nerviosa y tarde varios segundos sin moverme– Mel... Ahora, puedes confiar en mí

Me dejé caer dudosa y en efecto me sostuvo, se sentía bien saber que no estaba dándome contra el suelo. Estuvimos así unos minutos más y pude conocer un poco a las chicas que parecían estar demasiado avanzadas en su tratamiento.

- Las dejo, gracias por su entrañable compañía, nos vemos el siguiente miércoles. Ya saben dónde queda el comedor –Una chica codeo a Gisela y susurró "Eso lo dijo por ti"

Arturo caminó en mi dirección y preguntó si tenía alguna duda sobre el comedor o eso, a lo que respondí que estaba bien y ya lo encontraría.

- ¿Qué se siente? –Se acercó a mí la chica que había codeado a Gisela

- ¿Qué cosa? –Respondí sorprendida

- Tener tantas atenciones por parte del papacito de Arturo –Me quedé sorprendida "¿No se supone que me trata como a todas?"

- Creí que era igual con ustedes –Estaba intimidándome

- Claro que nos trata igual a todas menos a ella, ella no le parece tan guapa –Dijo Gisela atacando a la chica que me cuestionaba

- Y tú le pareces demasiado perra –Estaba en medio de una riña

- No le parezco sabe que lo soy, igual que tú, deberías andarte con cuidado –Gisela era... Una perra

- Disculpa, no sabía que tú también andabas tras ella. No preguntaré nada a tu conquista Gis –"¿De qué jodidos habla?"

- Vete al carajo