Capítulo 84

48.6K 2.9K 137
                                    

Narrador

Los 2 últimos meses se pasaron rápidamente para Melissa y estaba a un par de días de ser completamente libre o por lo menos liberarse del centro. Su última semana había sido bastante ajetreada, entre otras cosas le había sido difícil despedirse de las personas.

Marina llevaba mes y medio en la ciudad y la visitaba tanto como podía, ella y Arturo tenían una bonita relación.

Daniel no la visitó ya que era bastante probable que se encontrara con alguno de sus amigos y eso era un problema para ambos.

En cuanto a Jorge, desapareció al día siguiente de que quedaron en ser amigos. Melissa se empeñó bastante en averiguar qué había sucedido con él pero lo único que obtuvo fue que renuncio y no había dado explicaciones.

Más o menos ese era el contexto en el que se movía la chica en esos días.

- Ya por fin salgo el viernes –Dijo a Daniel por teléfono

- No sabes cuánto me alegra oírlo, te extraño como un loco.

- Y yo a ti, cada día que pasa, pero nos veremos pronto y eso me hace extremadamente feliz –Sonreía ampliamente

- A mí también cariño –No se cansaba de oír "cariño" de aquella boca

- Te amo Daniel, ya quiero que sea viernes.

- Te amo Melissa y cada segundo que pasa falta menos para vernos –Era incomparable saber que lo vería después de tanto tiempo

- Debo colgar, alguien toca. Te llamo después, te amo –Colgó rápidamente para después esconder el móvil

Camino lentamente hasta la puerta y ver a Arturo parado ahí esperando.

- Hola Mel –Dijo sonriente

- Hola Art ¿Cómo va todo? –Como si no se hubieran visto el día anterior y el anterior y el anterior

- Te tengo una sorpresota –Parecía emocionado

- ¿Qué? –Preguntó ella también con emoción

- ¡Puedes salir de aquí mañana mismo! –La chica lo abrazó efusiva y dando saltitos

- Mientes... ¿No? –Él negó con la cabeza– ¿No mientes? –Negó de nuevo

- Claro que no miento Mel, es seguro, lo arreglé todo. Marina también vendrá –Ella emitió un grito de emoción

- No lo puedo creer ¡Es increíble! –Saltaba realmente feliz

- Así que arregla todo que mañana te regresas a Querétaro –Lo abrazó de nuevo

Se despidieron y Melissa entro saltando de emoción a la habitación para tomar su maleta y rellenarla como pudo. A mitad de la segunda maleta paró en seco y tomó el móvil.

- Daniel, Daniel, Daniel. Te veré más pronto de lo esperado –Dijo aún sin llamar– Será mejor darte una pequeña sorpresa –Sonrío con un poco de malicia y siguió empacando –Puedo ponerme cursi y decir que tus labios me saben igual que los labios que beso en mis sueños. Puedo ponerme triste y decir que me basta con ser tu enemigo, tu todo tu esclavo, tu fiebre, tu dueño. Y si quieres también puedo ser tu estación y tu tren, tu mal y tu bien, tu pan y tu vino, tu pecado, tu Dios, tu asesino...

Cantó el resto de la noche, esperando que las horas pasaran veloces. Deseaba acelerar el tiempo de alguna manera y su manera fue cantar.

Se quedó dormida alrededor de la media noche, esperando con ansias por segunda vez el estruendoso sonido del despertador.

¿Qué le has hecho a mi vida?Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon