¿Qué le has hecho a mi vida?

28. "Viernes de bar"

Te describiré la semana con Daniel en 2 frases cortas: Mucho amor y Lo amaba más que nunca. Fue la semana perfecta, después de clases nos pasábamos la tarde haciendo cosas divertidas y yendo a lugares románticos.

Era viernes y no podía dejar de pensar en que faltaba menos para que se fuera, aquello era lo más triste que podía pasarme, deseaba estar a su lado la vida entera.

- ¿Sigues ahí? –Dijo Flor notando mi falta de atención

- Si, perdón –Aarón se rio

- Eso pasa cuando se está enamorado –Dijo aun riendo

- Bla –Contesté haciendo una mueca graciosa

- No vamos a terminar –Comentó Mariel ante el alboroto

- No te preocupes pequeña, lo lograremos –Le dijo Flor con falso entusiasmo

Al final lo logramos y para las 5 de la tarde fuimos libres. Estaba por salir del aula y llamarle a Daniel cuando mi móvil se adelantó a sonar.

- Apenas terminamos –Dije sin ver la pantalla y suponiendo que era Daniel

- Justo eso pensé –Error, era Joaquín

- Doctor –Fue todo lo que pude decir

- Doctora –Respondió imitando mi tono graciosamente– ¿Hoy si vienes conmigo?

- Si –Ya me había comprometido

- Entonces pasó por ti a la facultad en 5 minutos

- Vale –Colgué y lo primero que hice fue llamar a Daniel para notificarle que tardaría un poco más– Hola guapo –Solté en cuanto atendió– Tengo una mala

- No me digas eso ¿Cancelas el plan del bar? –Dijo sin emoción

- No, no, debo ir a visitar a los pequeños que te conté, el doctor me invitó de nuevo y ya había aceptado ¿Te parece si nos vemos en el bar como a las 9? –Esperaba que no le molestara

- Si, está perfecto amor, nos vemos allá, disfruta

- Besos, te amo –Colgamos y fui a la puerta a esperar a Joaquín

Después de unos 10 minutos llegó y mal estacionado me hizo señas para que suibiera rápidamente al auto.

- Hola –Dije subiendo rápido y colocándome el cinturón

- Hola Lissie ¿Lista? –Asentí

Después de unos minutos en silencio hice la pregunta del millón.

- ¿Por qué Lissie? –Sonrió

- Porque si Melissa-Lissie –Hizo un movimiento con la mano– Es bonito ¿No? Lissie –Sonreí

- Si, lo es, nunca nadie me había llamado Lissie, solo Mel, Meli o Melissa –Rio

- Pues a mí me gusta Lissie, no va mucho contigo... Pero...

- Oye –Reí fuerte

Llegamos al hospital y entramos directo al ala de oncología, a la habitación donde jugaban los niños, esta vez sin escalas. Todos corrieron a rodearnos, no podía creer que en solo un día me había ganado su corazón.

- Doctor ¿Es qué hoy si viene tripa gorda? –Reí

- Al parecer sí, me ha llamado que se le ha hecho un poco tarde pero está en camino –Dijo animado

Jugamos unos minutos y Joaquín se despidió, alegó que debía ver a unos pacientes, yo me quedé con los niños viendo montonales de libros que todos querían mostrarme.